Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal

Albores del siglo XX…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealLos últimos quince años del siglo XIX, Nuevo León vivió una de sus etapas más fructíferas al ser gobernado con tino y firmeza por la hábil mano del jalisciense Gral. Bernardo Reyes, cuya presencia en el Estado se debió a la estrategia política empleada por el Presidente Porfirio Díaz, para acabar con el cacicazgo de los también militares Gerónimo Treviño y Francisco Naranjo.

Reyes estableció una red política en Nuevo León para tener el control de la cosa pública y es precisamente bajo este influjo es cuando surge el grupo político denominado “Los Salinas”, que con base de operaciones en Agualeguas dominaron la región noreste del Estado.

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Dolorosa segregación…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealEn los últimos meses del año de 1850, un grupo de vecinos encabezados por Desiderio Molina, Marcos Hinojosa, José María Villarreal y José María Flores, éste último residente en San Francisco de Apodaca, denunciaron un terreno baldío conocido con el nombre de Huizachal de los Canales, ubicado entre los ríos Álamo y Sabinas y una saca de agua sobre la margen izquierda del primero de dichos ríos, con el propósito de fundar un pueblo.

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La declaración de Agualeguas sobre la independencia y libertad…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealPasados los sinsabores de la guerra con los texanos, una década después, el suelo mexicano se vio hollado por el ejército del vecino país; las constantes disputas internas entre los conductores de la política mexicana, provocaron caos y anarquía, los resultados fueron desastrosos para la nación.

La lucha entre federalistas y centralistas alcanzó proporciones extremas cuando en 1854, el Gral. Juan Álvarez lanzó el Plan de Ayutla desconociendo la dictadura santanista. En mayo de 1855, Santiago Vidaurri a la sazón secretario general de gobierno, proclamó en Lampazos, N.L. el Plan Restaurador de la Libertad. (46)

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Mejor nos vamos compadre…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealEl año de 1833, fue trágico para todo el país, la terrible enfermedad del cólera morbus se extendió por todo el territorio nacional, causando innumerables muertes.

La también llamada peste negra, invadió los pueblos fronterizos de Tamaulipas y de allí se propagó a las comunidades de Nuevo León; pronto se registraron los primeros casos en Agualeguas; para el 20 de agosto, la población fue declarada en estado de alerta y emergencia. Las víctimas fallecían a las cinco horas después de haberse presentado los primeros síntomas de la enfermedad.

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Noches de terror y angustia…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealLa tranquilidad del pueblo solo era rota por el aviso de la proximidad de los indios “bárbaros”, partidas de indios comanches y apaches que al ser desplazados por el expansionismo territorial norteamericano, avanzaban hacia el sur, topándose con el también avance de los mexicanos para poblar las vastas tierras del norte, mucho tiempo mantenidas en el olvido y abandono.

Las interminables llanuras de norteamérica donde los naturales por tradición atávica circulaban libremente, cazando, pescando y recogiendo frutos, se vio de pronto invadida por colonos que tendieron cercas de alambre, acotando terrenos y sobre todo exterminándolos sin misericordia, así como a su fuente primigenia de alimentación y vestido: el cíbolo o bisonte americano.

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La virgen milagrosa y un cura obstinado

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealLa imagen de la Virgen María Santísima de Agualeguas estuvo originalmente en la misión de Santa Teresa del Álamo o Alamillo; al edificarse la misión de San Nicolás de Gualeguas se trasladó a su nueva sede y con ese hecho se dio inicio a la veneración y culto que pronto trascendió hacia la entonces provincia del Nuevo Santander, hoy estado de Tamaulipas y hasta las escasas poblaciones texanas de aquel tiempo.

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La cristalización de un viejo anhelo

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal Se puede considerar el hecho de la repoblación y establecimiento de Nuestra Señora de la Concepción de Gualeguas y Bucareli como el inicio de la villa, pero esta categoría no se le dio sino hasta 1812, con el derecho de ser gobernada eligiendo sus autoridades (31); la inquietud causada con motivo de la guerra de independencia y otros factores impidieron que se constituyera el primer cabildo, estando al frente de la administración un encargado político, justicia mayor o juez nombrado desde Cerralvo, cabecera del Partido.

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Dos años intensos en la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, A. C.

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal Llevar los destinos de nuestra querida Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, A. C. no es una tarea fácil, quienes han llevado su dirección durante los 71 años de productiva vida de nuestra organización lo saben, se requiere invertirle tiempo, dinero, esfuerzo y creatividad.

A los siempre exiguos recursos económicos, ahora hay que agregarle una multitud de eventos donde se requiere la presencia de su presidente, de los miembros de la mesa directiva y de los socios en general.

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¿Parque de diversiones en el Asta Bandera?

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealLa Operadora de Servicios Turísticos (OSETUR) a través de su titular el Lic. Francisco Salazar Guadiana, hizo saber a través de los medios de comunicación que se estaba instalando un carrusel de caballitos en el área del Asta Bandera Monumental en el histórico Cerro del Obispado.

A todas luces es una falta de respeto al emblemático sitio donde ondea nuestra insignia patria y le resta dignidad al Cerro del Obispado, lugar lleno de historia donde tuvieron lugar hechos heroicos, pues la antigua construcción del Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe sirvió de cuartel en la Guerra de Independencia; allí donde hoy están el Mirador y en el mismo inmueble histórico que alberga el Museo, se efectuó uno de los combates más reñidos entre las fuerzas mexicanas contra los invasores norteamericanos en 1846.

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