Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal

La cristalización de un viejo anhelo

Agualeguas, N. L. del erial a la sublimación…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal Se puede considerar el hecho de la repoblación y establecimiento de Nuestra Señora de la Concepción de Gualeguas y Bucareli como el inicio de la villa, pero esta categoría no se le dio sino hasta 1812, con el derecho de ser gobernada eligiendo sus autoridades (31); la inquietud causada con motivo de la guerra de independencia y otros factores impidieron que se constituyera el primer cabildo, estando al frente de la administración un encargado político, justicia mayor o juez nombrado desde Cerralvo, cabecera del Partido.

Los habitantes de Agualeguas hicieron numerosas gestiones para que se les autorizara tener ayuntamiento, oficios al gobernador en turno, a la Diputación Provincial y a la Comandancia General de las Provincias Internas. Por fin el 18 de diciembre de 1820, el Gral. Joaquín Arredondo y Mioño, Comandante General de las Provincias, giró una orden desde Monterrey dirigida al juez y vecindario de Agualeguas, donde expresa que “La Excelentísima Diputación Provincial, anuente con la solicitud de este vecindario que le dirigió a ésta, ha acordado el establecimiento en este pueblo de un cabildo constitucional y para que se verifique de conformidad en la Constitución Política y Decretos de las Cortes que tratan de la materia, ha acordado así mismo se le comunique al común, y a este fin comisiona al alcalde de Cerralvo para que pase a este pueblo a presidir por esta sola vez y para este solo efecto, las juntas de parroquia y de electores, que han de elegir el nuevo cabildo constitucional, hasta poner en posesión de sus empleos a los que resulten nombrados.” (32)

El día veintidós de ese mes y año, tanto el alcalde de Cerralvo Pedro de la Garza, como el cura José Andrés García y Evia, contestaron al comandante que estaban en la mejor disposición para cumplir la orden, pero la realidad era otra, pues tanto el munícipe y el clérigo no querían perder el control político y eclesiástico de Agualeguas, ya que les rendía buenos frutos, sobre todo en lo económico.

Al iniciar el año de 1821, José Antonio de Montemayor el nuevo alcalde de Cerralvo, envió un oficio con fecha del dos de enero al encargado de justicia de Agualeguas, donde le informó que recibió de su antecesor el ocurso enviado por Arredondo y deseoso de cumplirlo, lo instó a citar al vecindario para desempeñar la comisión referida.

Con expectación se reunió el pueblo con el propósito de nombrar electores y se levantó un acta que textualmente dice: “El día seis del mes de enero de 1821, estando en este pueblo de San Nicolás de Gualeguas, juntos y congregados en una sala para juntas, los vecinos de este pueblo, que se hallan en el ejercicio de sus derechos de ciudadanos, se procedió a la elección de diez y siete electores con arreglo a lo prevenido en el artículo trescientos trece de nuestra Constitución Política que nos rige y debe en lo sucesivo regirnos, presidido este acto por mí, José María de la Garza, regidor más antiguo del ayuntamiento constitucional de Cerralvo, de conformidad con lo acordado por la excelentísima diputación provincial de Monterrey, cuyo acuerdo con fecha de diez y ocho de diciembre último, me previene el señor jefe superior político de esta Provincia, y fueron electos Marcelino Canales con cuarenta y tres votos.- Bachiller José Lorenzo Guerra con cuarenta.- Juan Chapa con cuarenta.- Policarpo Cadena con treinta y ocho.- Félix Barrera con treinta y ocho.- Joaquín Cantú con treinta y seis.- Vicente González con treinta y tres.- Basilio Vela con treinta y tres.- Félix Chapa con treinta y dos.- Lucas Hinojosa con veintiocho.- Manuel Hinojosa con veintiséis.- Mariano González con veinticinco.- José Antonio de Hinojosa y Chapa veintitrés.- Rafael Garza con veintitrés.- José de Jesús Treviño con veintidós.” (33)

Se publicó el resultado de la elección en presencia de todo el pueblo y acordaron los electores y el presidente de la junta, reunirse el día siguiente por ser día festivo y nombrar las personas que se encargarían de los puestos de alcalde, regidores y síndico procurador.

El día siete se instaló de nuevo la junta y después de invocar al Espíritu Santo para que los guiara en su trabajo, se eligió al alcalde, nombramiento que recayó en el sargento retirado José Antonio de Hinojosa, primer regidor José Antonio de Hinojosa y Chapa, segundo: Pablo José de Chapa, tercero Basilio Vela, cuarto: José Lucas Hinojosa y síndico procurador Joaquín Cantú.

El regidor del municipio vecino tomó el juramento de rigor y se publicó la elección a todo el pueblo, trasladándose luego el cabildo en pleno y numerosos vecinos a la iglesia, en donde se cantó el te deum con toda solemnidad; al terminar la misa, los integrantes del flamante primer ayuntamiento regresaron a la casa municipal para tener los primeros acuerdos sobre los trabajos a realizar. Cuatro días más tarde designaron a José María Villarreal como secretario de actas y acuerdos.

Los primeros alcaldes fueron:

1821 – José Antonio de Hinojosa
1822 – José Antonio de Hinojosa
1823 – José Francisco Cantú
1824 – Bruno de la Cueva
1825 – José Basilio Vela
1826 – José Antonio Hinojosa y Chapa
1827 – José Francisco Cantú y José Gil Vela
1828 – Tomás González
1829 – José Policarpo Cadena
1830 – José Francisco Cantú
1831 – José Ignacio de Ayala

Los pasos iniciales en la organización municipal se dieron en torno del régimen hacendario y medidas de orden; para el 12 de enero de 1822, se expidió y publicó en los más importantes parajes públicos el Bando de Policía y Buen Gobierno, aprobado por los munícipes integrando por treinta y seis artículos, entre los que sobresalieron los referentes a vagos y tahúres, para los que se ordenó fuertes multas y destierro.

El 12 de agosto de 1827, el ayuntamiento dio a conocer el acta de límites entre Agualeguas y Vallecillo, litigio pendiente que finalmente pudo ser resuelto.

En 1828, Tomás González en su calidad de presidente municipal propuso al cabildo declarar como Reserva, un terreno comprendido de la Zacatosa a Guajolote, de este punto a los Mogotes hasta las Anacuas, de ahí a Salitrillos y de aquí a Pozos; la iniciativa fue aprobada, pues aumentaba el fondo de propios del municipio.

Sería muy extenso enumerar cada una de las principales acciones de los diversos alcaldes y ayuntamientos agualegüenses; existe detallada información al respecto en 167 cajas archivadoras en el Archivo Municipal de Agualeguas y en 53 cajas del Archivo General del Estado.

Referencias

31 Archivo Municipal de Agualeguas. (En adelanta AMA). Actas de Cabildo.

32 Cadena, Op. Cit. 49

33 AGENL CI 8/6