Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal

Mejor nos vamos compadre…

Agualeguas, N. L. del erial a la sublimación…

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealEl año de 1833, fue trágico para todo el país, la terrible enfermedad del cólera morbus se extendió por todo el territorio nacional, causando innumerables muertes.

La también llamada peste negra, invadió los pueblos fronterizos de Tamaulipas y de allí se propagó a las comunidades de Nuevo León; pronto se registraron los primeros casos en Agualeguas; para el 20 de agosto, la población fue declarada en estado de alerta y emergencia. Las víctimas fallecían a las cinco horas después de haberse presentado los primeros síntomas de la enfermedad.

Con justificada alarma, tanto las autoridades municipales como estatales dictaron medidas extremas para evitar la propagación y “en la creencia de que la fruta era un medio de transmisión del mal, se ordenó que decomisaran y destruyeran toda existencia y que se evitara su introducción; que no se mataran reses y otros animales dentro de las poblaciones, ni se permitirá la venta de semillas o de granos ya picados, ni se arrojaran a la calle aguas sucias; que se barrieran los interiores de las casa y los frentes de las calles y que se limpiara acequias y caños en todas partes. Medidas curativas y preventivas de la terrible enfermedad no se conocían entonces y por eso no debe extrañarnos que en las disposiciones policíacas dictadas, hasta se llegara a prohibir la venta de licores y los bailes después de las diez de la noche.” (43)

Murieron cientos de personas y otras fueron sepultadas en estado agónico; la mayor parte de las familias abandonaron el pueblo, emigrando a los ranchos vecinos donde lograron salvarse algunos del terrible azote al que se llamó el “Cólera Grande”, por el gran número de víctimas que causó y en relación con la misma epidemia que se presentó en el Estado, en los años de 1849 y 1866, con menos violencia.

El 29 de mayo de 1849, dispuso el ayuntamiento que las familias que salieron de la población con motivo de la nueva epidemia de cólera, “permanezcan cincuenta (sic) días en cuarentena” (44) y el 16 de junio el alcalde primero expidió un bando dirigido a todos los vecinos, donde se explican las precauciones que se deben tomar contra dicha enfermedad “que ha vuelto a invadir la población.”(45).

Referencias

43 AGENL. Correspondencia Alcaldes Primeros. Agualeguas. Caja número 9

44 Id.

45 Archivo del Congreso. Expediente relativo a la erección en Villa de Parás, N.L.