En los últimos meses del año de 1850, un grupo de vecinos encabezados por Desiderio Molina, Marcos Hinojosa, José María Villarreal y José María Flores, éste último residente en San Francisco de Apodaca, denunciaron un terreno baldío conocido con el nombre de Huizachal de los Canales, ubicado entre los ríos Álamo y Sabinas y una saca de agua sobre la margen izquierda del primero de dichos ríos, con el propósito de fundar un pueblo.
El 17 de febrero de 1851, el Congreso del Estado en su decreto número 104, aprobó el establecimiento de una nueva villa, a la que titula de Parás en honor al primer Gobernador Constitucional del Estado.
El 4 de febrero de 1868, los vecinos del rancho El Puntiagudo solicitaron constituirse en villa al Congreso del Estado y después de las diligencias correspondientes se publicó el decreto número 33, en el que se autoriza la nueva municipalidad de Gral. Treviño, N. L.
Así en menos de diecisiete años, Agualeguas perdió más de la mitad de su territorio.