Celso Garza Guajardo

Los Veteranos: Memorias, nombres y polvos de un viento llamado Revolución

Aquellos años que soñé

Celso Garza Guajardo

En 1892, en plena lucha del porfiriato, fueron precursores de la Revolución jóvenes como Manuel M. García y otros más, incorporados espontáneamente en la revuelta de Catarino Garza.

Celso Garza Guajardo

En 1892, en plena lucha del porfiriato, fueron precursores de la Revolución jóvenes como Manuel M. García y otros más, incorporados espontáneamente en la revuelta de Catarino Garza.

En 1906, en Sabinas Hidalgo recibían el periódico Regeneración de los Hermanos Flores Magón, los señores Jesús M. García y Carlos A. Kirchner.

En 1911, durante el mes de mayo, Pablo de los Santos encabeza un tardío movimiento maderista al cual se inscribieron decenas de jóvenes de este lugar.

En 1913 los voluntarios huertistas estaban en plena actividad, mientras que jóvenes sabinenses se inscribían a las filas de la Revolución Constitucionalista encabezada por Don Venustiano Carranza… uno de esos jóvenes, el después Coronel Alejandro Morton, redactó sus memorias de revolucionario, en las cuales es posible imaginarse lo que otros jóvenes igual que él realizaron por la Patria. Las Memorias de Alejandro Morton fueron publicadas en Semana entre abril y junio de 1979. Constituyen un testimonio de primera mano, de gran valor y trascendencia para la historia de la Revolución en el Norte de México. En lo que respecta a la Historia de la Revolución en Sabinas, son el primer testimonio completo con en el que contamos.

No está escrita aún la Historia de la Revolución en nuestro pueblo ni la historia de los veteranos… hay nombres, se cuentan hechos, hazañas y tragedias… se dan nombres, faltan las historias completas: Luis T. Mireles, Rafael Espinosa, Rafael Chapa, José María Garza Pérez, Darío Hinojosa; Pablo y Francisco de los Santos, Jesús Garza G., Merced Alcorta, Eduardo Lozano, Alfonso Espinosa, Jesús Inocencio, Benito Garza, Pedro León, Eulalio Pérez, Hilario Muñoz, Pablo Carrasco, Isidro Pérez, Guadalupe Pérez, Jesús Villarreal Garza,Alfonso Garza Montemayor, Blas Vedía, Silverio Garza Flores, Marcelino Garza Garza, Jesús Mireles, Margarito Martínez Leal, Miguel Garza, Félix Garza Cantú, Sixto Garza, Feliciano Duarte, Matías Buentello, Evaristo Garza, Enrique Serna, Silverio Serna y otros muchos más que escapan a este cronista y que pueden ser agregados a los revolucionarios de los municipios de Vallecillo y Parás.

Algunos párrafos de las Memorias del Coronel Morton son ilustrativos para reseñar la actividad de todos los demás, quienes de una forma u otra, durante un año, ó 5 ó 10, participaron en la Revolución de 1910 a 1920. Escribió el Coronel Alejandro Morton.

En el año de 1910 vino el movimiento armado iniciado por Don Francisco I. Madero. Con la esperanza de que cambiaran las cosas, me lancé a la Revolución, poniéndome a las órdenes del primero que se levantó en armas en Sabinas, que fue el Tte. Cnel. Pablo de los Santos, primo hermano mío”.

En 1913, a raíz de la muerte de Don Francisco I. Madero volví a tomar las armas como soldado… poniéndome a las órdenes del Mayor Pablo de la Garza. Esto sucedió en un rancho que mi padre tenía en las márgenes del Río Salado, por el camino a Laredo, Principié operando por varios lugares del Norte del Estado, reclutando hombres y elementos de guerra. De un punto llamado Los Garza, N. L.…”

Está en Matamoros con el Gral. Lucio Blanco, me ordenó que pasara a Nuevo León a reclutar gente, hablándoles de la necesidad que había de ir a la Revolución. Logré juntar unos cien hombres, montándolos y armándolos lo mejor que se pudo. Lo primero que hice fue atacar a Sabinas Hidalgo, mi pueblo…”

El día 5 de junio de 1914, fui ascendido a Mayor, luego vino el distanciamiento de Villa y Carranza.”

En Ramos Arizpe fue tal el empuje del enemigo, que no logramos siquiera salvar los carros de ferrocarril en que traíamos alguna caballada, teniendo que prenderle fuego para evitar que los tomara el enemigo. Daba lástima cómo relinchaban de dolor aquellos pobres animales encerrados, hasta morir quemados.”

En este asedio de Matamoros, se vieron actos de heroísmo, de un gran valor de ambas partes. Pero también se cometieron actos de salvajismo, espantosos. Hubo combates cuerpo a cuerpo. Fuego de ametralladoras que batían prácticamente al enemigo. Cientos de cadáveres que quedaron regados en el campo varios días en estado de putrefacción.”

El General Treviño, que acababa de llegar, me felicitó, lo mismo que mi gente, que era el primer regimiento “Pancho Vázquez”, eso fue a primeros de diciembre de 1915. Antes habíamos tenido en Jaral Grande un combate a campo razo, que duró tres horas, derrotándolos.

Días después recibí órdenes de regresar a Durango a combatir a Canuto Reyes, que estaba en esa plaza. Veníamos a las órdenes del General Ignacio Ramos.”

En estas condiciones, sostuvimos la plaza esperando que el General Munguía llegara de Torreón, pero no llegó a tiempo, teniendo que evacuar la plaza. En este combate resultó herido de un balazo en la cara, saliendo la bala casi en la nuca.”

Me acampé en Ojo de Agua Caliente, orillas de Cd. Camargo, ahí adquirí la enfermedad, estando muy grave pues se complicó con fuerte hemorragia por la nariz.”

En un combate con los villistas en Villa Coronado, logramos derrotar a Jesús Rodríguez, agarrándolo vivo pero herido, murió a los pocos días.”

Desilusionado de todo y de todos, me vine a Sabinas Hidalgo, mi pueblo natal. Vine a dar ahí candsdo, pobre y desilusionado, pero satisfecho de haber cumplido con mi deber, con honor y por haber defendido y peleado por mis derechos. Muchos sucesos de pasar todavía posteriormente para poder ver terminada esta lucha fratricida que tantas y tantas vidas costara a nuestro pueblo. Alto fue el precio pagado pero se había logrado por lo menos iniciar ya los cambios que el país iría a tomar con este movimiento revolucionario.”

Hasta aquí Morton, Para mi, en estas memorias, las imágenes corresponden a casi todas los revolucionarios veteranos de Sabinas Hidalgo.

Los veteranos de la Revolución en Sabinas, constitucionalistas casi todos, siguieron en el pueblo, aquí y allá, callados y abandonados… hubo otros que nunca regresaron, los que quedaron en los campos de batalla, en un bando o en otro como los hermanos De los Santos; o desaparecidos como Isidro Pérez; muertos en el campo de batalla como Rafael Espinosa o en contiendas fratricidas como el Gral. Luis T. Mireles…

Los que regresaron, volvieron a ser artesanos, carpinteros, albañiles, campesinos o maestros de siempre como Margarito Martínez Leal. Otros aquí y allá se colocaron como ayudantes, policías o fiscales. Regresaron. La gloria se había quedado atrás, mas el presente les era ingrato. Ahora sólo veían pasar la historia, habían sido indispensables para México cuando la Revolución. Después, superada la crisis, se quedaron a los lados del camino… hoy, 76 años después, en la nueva crisis histórica de México, que reclama la integridad de sus historia y salir adelante… la historia de México de hoy, para redactarse y que sirva ejemplarmente para todos, tiene que recoger de aquellos vientos llamados Revolución, las memorias, los hombres y los polvos de unos hombres, entre ellos los de Sabinas Hidalgo que salvaron a México…

Se les llamó Veteranos de la Revolución, no importando el grado… hoy, en realidad, el verdadero grado que lograron, es el de ser inscritos en la historia, forjadores de ella.

21 de noviembre de 1986.