Durante tres largas décadas estaría ausente del pueblo, tres largas décadas en las cuales una leyenda había surgido fuera para retornar luego a su lugar de origen.
Mientras tanto, en México se había dado el auge y decadencia del porfiriato e iniciado la Revolución de 1910; y hacia la década de 1920, estaban planteadas las grandes transformaciones estructurales del país y los caminos sociales, económicos y políticos más álgidos en la historia de México, del presente siglo. Don Manuel M. García retorna al pueblo exactamente en los finales de la lucha armada postrevolucionaria, en el momento del dominio pleno de los gobiernos de Obregón y Calles, en el inicio de las instituciones del nuevo estado mexicano.
Retomará por 1927, en una época nueva para el país, en su época, la época del progreso a la que él quería deberse.
En la década de 1927 a 1937, este país sufre más grandes transformaciones sociales, políticas y económicas: la consolidación política de proceso de la Revolución, los grandes cambios en el campo, en la educación y en las estructuras nacionales.
En ese contenido de esa época, en una década, es donde se da la presencia y trascendencia de Manuel M. García en este pueblo. La década referida es a nivel nacional, la década del nacionalismo revolucionario, el momento donde hacen síntesis la lucha armada con la obra transformadora social y política.
En el largo período de las transformaciones que dan luz y vida al México del Siglo XX. La época, pues, de Manuel M. García es, contradictoriamente a lo que se puede pensar, la época del nacionalismo revolucionario al cual él, con profunda vocación de servicio, deseaba no sólo adaptarse, sino también impulsarlo. Por ello, la obra filantrópica y humanística de este personaje no tiene el sello de la dádiva, sino el rumbo histórico, es el camino transformador al que hay que entregarse con reto sacrificio, sin esperar nada a cambio en ese momento.
¿Al llamado de qué anhelo, de qué búsqueda, de qué pasado de angustias y dolores regresó Don Manuel M. García a su pueblo?… Más aún, pudiendo regresar con el plan tan sólo de visitante o de hombre próspero para hacer gala más de su forma personal. ¿Por qué retomó en lucha consigo mismo y con los demás para revivir las raíces y cautivar la transformación del pueblo?. Porque doce años retornó a su pueblo, concentró su existencia, su forma y su visión nosotros… las calles de Lerdo y Ocampo guardaron los ecos de su vida cotidiana; pero sobre todo, las obras materiales y el ejemplo espiritual de su trabajo es el que se quedó para siempre con nosotros.
Se quedó para siempre con nosotros su visión del progreso, técnico y espiritual: la construcción de escuelas, el impulso a los trabajos agrícolas, la canalización del Ojo de Agua, la Turbina, los molinos del trigo, las fábricas de luz, su sentido de justicia social y muchas, muchas cosas más.
Contradictoriamente, Don Manuel M. García se rebeló y se marchó en el apogeo del régimen porfirista en 1895 y regresa en el apogeo del inicio de las instituciones de la Revolución Mexicana en 1917, durante el gobierno de Calles… como que el tiempo le jugó al revés, más él salió venciendo por su ejemplo, se topó siempre con el Estado, pero se quedó con la sociedad civil… sus obras de filantropía y de humanismo le engrandecen. Hoy los recoge toda la sociedad, el estado y pueblo de Sabinas Hidalgo. Sus lecciones en un Sabinas cuatro, cinco veces mayor de lo que quedó cuando se fue para siempre a morir en Honduras, el 22 de octubre de 1941, con el mandato de que en cada uno de nosotros debe existir germinando la semilla del progreso, de la redención y del beneficio colectivo. Sólo así tiene sentido la vida. No importa que nos topemos al revés con las cosas, como le sucedió a Don Manuel M. García en su vida, ¡No importa!… luego la historia las coloca en derecho.
—del relato, Homenaje a Don Manuel M. García, del Profr. Celso Garza Guajardo.
Mucho agradecería a toda aquella persona que posea fotografías y anécdotas en pro o en contra relacionadas con Don Manuel M. García, favor de dirigirse a los Tel. 242-22-98 ó al correo electrónico juan-morales-garza1@hotmail.com con el Sr. Juan Morales.