Celso Garza Guajardo

Dos buenos hombres

Historias familiares

Celso Garza GuajardoDon Baldomero

Se quiso ir con sus amigos… con don Celso y don Santiago que habían fallecido en noviembre pasado… se fue a los 80 años de bien vivir en la bondad y en trabajo… de bien vivir en el sagrado matrimonio de más de 65 años con doña Hortensia, con sus hijos y nietos. Se marchó el querido amigo y compadre don Baldomero Treviño Hinojosa… al comenzar el año, el 1 de enero, como estrenando el comenzar tiempo de madrugada cual viejo músico de pueblo.

Carpintero y músico de oficio, integrante de una familia de leyenda en el quehacer de la carpintería y de la música, formando por don Eliseo Treviño “El Maestro Cheo” de tan grata memoria. Quehacer de día quehacer de noche… quehacer de años y de décadas siempre trabajando.

Hogar y carpintería allá por la Carretera Nacional, casi esquina con el camino a Parás… taller propio en la casa amarilla, acera oriente, banqueta de viejo cubrimiento… platica de amigos entre don Baldomero y sus amigos que por ahí pasaban. Oficio de músico en las orquestas del pueblo para amenizar reuniones, bailes y bodas. Comerciante cuando la situación cambió, tendajo de la esquina de Ocampo y Lerdo. Casa hogar de las últimas décadas por la calle de Lerdo, caminar a la plaza,. andar lento y firme… últimos pasos… últimos saludos en el atardecer de la vida.

Gracias don Baldomero por su cátedra de vida, de trabajo y bondad. Por su vida que honró a la vida .

Don Salvador

Entre la casa y el molino… parecía un caminante, un pacífico caminante por las calles del pueblo… por la mañana y por la tarde, doblar de calles… Zaragoza, Antonio Solís, Mina, Escobedo y calle de Galeana… casita de mitad de cuadra… morada de buena familia casa de don Salvador la que yo conocí.

Siempre le saludé. Me parecía un personaje solidario y noble a la vez… de una vida cristianamente resuelta, con enriquecida resignación en el quehacer diario… el quehacer molinero… quehacer de madrugada, quehacer del medio día… quehacer de limpiar y afiliar ruedas de molinos… quehacer entre tinas de nixtamal durante 40 años… quehacer y después caminar, caminar de caminante en los caminos del pueblo.

Personaje bíblico, callado de sonrisa silenciosa y pensativa… le vi mucho tiempo… le dejé ver… pero me era familiar y sin ningún esfuerzo recuerdo plenamente su figura.

Le dejé de ver… sabía que vivía y e vez en cuando como lo hago ros personajes, preguntaba por él aún ya no lo veía. Se fue el 28 de diciembre pasado, se topó, como todos nos tenemos que topar un día, con la raya del tiempo que ya no pasaremos.

En esa buena familia, tengo un gran amigo, su hijo el maestro Salvador Garza Inocencio… amistad de viejos tiempos desde la infancia y refrendada en el transcurrir de los años hasta el presente. Mi solidaridad para él y los demás familiares.

Se fue don Salvador, como se nos están yendo los viejos que empezaron este siglo… hombres de bien como la masa de esta tierra.

7 de febrero 1998