El viernes por la mañana don Guadalupe González nuestro excelente amigo editor, nos entregó el libro Ramillete, obra de la narradora y poeta de Baja California Sur, doña Dominga González de Amao. Personaje de las letras de este bellísimo estado mexicano.
Ese mismo día, 13 de marzo, emprendimos el vuelo Monterrey-Guadalajara-Los Cabos. Llegamos por la noche a ese gran centro turístico que es San José del Cabo, donde por cierto estaban los preparativos de su fiesta regional al Santo Patrono de San José. El Dr. Marcos Acuña González nos recibió para llevarnos a cenar en un espléndido restaurant, frente a la plaza principal. Después emprendimos el viaje por carretera hacia La Paz. Tomamos la carretera del pacífico, la que va al municipio de Todos los Santos… desierto, cactus, playa, la noche bellísima guiada por una luna nueva. La Baja California es un tesoro nacional… un paraíso en el desierto, una soledad llena de historia indígena, colonial y mexicanista. Es una tierra de grandes cronistas. en todos los Santos tuvimos el gusto de conocer al maestro Néstor Abundis, un hombre maravilloso, escritor prolífero y cronista amoroso de su pueblo, quien escribe casi diariamente en la prensa local una crónica titulada “El ayer de mi pueblo”.
Arribamos a La Paz, capital de la Baja California Sur, donde tenemos muchos amigos y familiares, pues mi esposa Teresa de Jesús Acuña González es originaria de estas tierras.
Doña Dominga G. de Amao es una mujer de 86 años, activa y laboriosa quien después de sacar adelante a su familia se dedicó a superarse, estudiando periodismo por correspondencia, tiene cerca de 40 años de estar escribiendo en periódicos y revistas del Estado. Ha publicado entre otros libros los siguientes: Confidente, Íntimo: dedicación familiar, Añoranzas, Madrigales y cuentos, Arco Iris, Ocasos, Cuentos para niños, Raulito y el abuelo, Ensayo: Nuestras raíces y el reciente Ramillete, dicho libro se ha constituido en un acontecimiento en la ciudad de La Paz, pues la mujer es ejemplar y estimada como un gran valor de la Baja California Sur.
Por lo pronto aquí estamos en esta tierra de cronistas y excelentes narradores.
Mañana emprenderemos el regreso a la ciudad de Monterrey, satisfechos de haber hermanado los sentimientos y las letras de nuestros dos estados.
21 de marzo 1998
