Esta historia no se inició ayer… ni hoy… esta historia comenzará mañana… en el primer día de clases del año escolar… cuando los niños asisten nuevamente a las escuelas.
Es la historia de una maestra cuyo esfuerzo hizo el ayer para el recuento de hoy… para continuar las esperanzas del mañana.
Vive, para fortuna nuestra, en un recodito del pueblo, ahí donde termina una calle… en una pequeña casa donde guarda los recuerdos de su vida.
Se jubiló en 1969, después de una segunda jornada, sumando diecisiete años más de trabajo en el jardín de niños “Josefa Ortiz de de Domínguez”. Laboró ejemplarmente, con todo dignidad y entusiasmo aun de su avanzada edad. Se había vuelto a incorporar en 1952… le recuerdo formando niños, asistiendo a los desfiles y organizando las fiestas infantiles… la recuerdo desde lejos… fui el niño sin kinder que hoy, en la distancia del tiempo, atiende todas sus lecciones…
Por décadas había estado en su lugar, como esposa y como madre de familia en aquel matrimonio iniciando en 1926 don Don Tomás Chapa Martínez, truncando su destacada misión magisterial pletórica de vocación y de sacrificios, considerando las circunstancias de la época, la escasez de caminos, lo poco del pago, lo inseguro de los trabajos magisteriales más los esfuerzos de toda mujer en ese tiempo por superarse en la cultura…
El viejo cronista de la aldea escribió un día sobre ella… “Responsabilizada maestra con unión devota dedicara a la escuela su arrolladora energía…” Para ese entonces había trabajado sucesivamente por más de doce años en Sabinas. Ciudad Guerrero, Tamps. y Cadereyta Jiménez. Fue la directora de la Escuela de Niñas que estaba frente a la plaza principal. Una gran escuela… algo que ya es historia.
De esos remotos años recuerda con afecto a sus primeras compañeras maestras: Josefina Alcorta, Rosenda Alcorta, Rosalbina Alcorta, María Santos, María Antonieta Garza y Dolores Garza…
Había estudiado en la Escuela Normal de Monterrey, N. L., bajo la dirección del Profr. Pablo Livas. Se recibió un junio de 1914, en plena situación revolucionaria, precisamente cuando las fuerzas constitucionalista del Gral. Pablo González habían tomado la ciudad de Monterrey y empezó a gobernar el estado el Profr. y Gral. Antonio I. Villarreal. En Sabinas era alcalde Don José María Cepeda.
Fue de las primeras maestras tituladas en Sabinas Hidalgo, cuyo mérito en dado caso consiste en la profunda convicción de superación y de progreso de la que había de ser poseído para lograrlo, para darse una meta como mujer en los estudios magisteriales… adjetivo, por muchos factores, nada fácil en esos años e incluso muchos después.
La educación primaria la había realizado en Sabinas Hidalgo, razón por la cual su familia, radicada en la Hacienda “El Alamo”, Vallecillo, N. L., debió haberse trasladado a este municipio.
El tiempo paso… mas, afortunadamente no existe olvido, existe el amor, el respeto y la gratitud de todos para con la maestra Alejandra Villarreal de Chapa quien a sus 91 años de vida es una serena flama de luz que desde el pasado y el presente ilumina la historia de esperanzas que se iniciará mañana cuando todos los niños vuelvan a clases…
“¡Buenos días, maestra!”… le decimos todos los sabinenses de este siglo… Buenos días, maestra, hasta su casa de Niños Héroes Núm. 175, por su ayer que nos ha legado y por su presente que nos inspira…
¡Buenos días, maestra Alejandra Villarreal de Chapa!. Su historia está en el mañana de cada escuela de Sabinas Hidalgo.
21 de agosto de 1986.