Las ferias o fiestas de los pueblos tienen por lo común un origen religioso, se trastocan luego en comercial y después se vuelven sencillamente tradiciones ligadas a la historia y la cultura de ellos mismos. Se iniciaban como celebraciones del Santo Patrono del lugar y se consolidaban paulatinamente en concentraciones económicas que motivaban a la vez la diversión y el esparcimiento.
Las ferias o fiestas tenían siempre altibajos, Según fueran las circunstancias productivas, las sequías o las abundancias de lluvias. Los factores políticos de inestabilidad también incidían en sus realizaciones, de tal manera que a veces se suspendían por largos años o se les trocaba por actividades más o menos similares, fuesen éstas sencillamente pequeños actos cívicos, religiosos, desfiles o las así llamadas “Kermesses”, en la plaza principal.
Con el paso del tiempo, volvían a tomar auge y las ferias o fiestas de cada pueblo tomaban nuevos derroteros e incluso denominaciones. Hay, sin embargo, fiestas que logran tener una larga secuela de realizaciones con su misma denominación y en las misma fechas.
En el estado de Nuevo León, las ferias o fiestas de los municipios son actividades de carácter civil, se realizan a partir de 1826. En el caso de Sabinas Hidalgo, hacia 1875, el aviso en el periódico oficial de la feria concedida a este lugar, rezaba de la siguiente manera:
FIESTAS EN SABINAS HIDALGO
Las que anualmente se celebran en esta villa, darán principio el día 15 del entrante julio y terminarán el 25 del mismo. Durante la función habrá diversiones públicas y juegos no prohibidos por las leyes.
La abundancia de frutos que ofrece la estación en este tiempo, por ser un pueblo agrícola y la fama de que siempre ha gozado la función, hace esperar que la concurrencia sea numerosa. La Corporación Municipal, de acuerdo con el Alcalde 1º, no omitieron medio alguno para que la función sea agradable y lucida, y para que sea un hecho la garantía y seguridad de las personas e intereses de los concurrentes, pues para el efecto se propone tomar las medidas conducentes.
Sabinas Hidalgo, junio 14 de 1875, –Guadalupe Morales,– Vicente Ancira, Secretario.
En 1881, la feria tendría otra motivación económica y en la información se dice lo siguiente:
La empresa, por su parte, pondrá en practica cuantos medios estén a su alcance, de acuerdo con el R. Ayuntamiento, para garantizar la seguridad de los concurrentes, a quienes se les presentará una ocasión a propósito para celebrar transacciones mercantiles de los grandes productos de este pueblo agrícola; y de comprar ganados caballar, mular, vacuno y menor; así como para gozar de magníficas frutas, que en ese tiempo estarán en abundancia, y de baños excelentes, que harán más placentera su permanencia.
Las fiestas o ferias se siguieron realizando hasta 1910. En la década de los 20s fueron suspendidas. En 1926 tomaron auge las fiestas patrias y la elección a la reina de las mismas. En las siguientes décadas, las fiestas fueron prácticamente las “kermesses” en la plaza municipal y se comentaban las tradicionales fiestas de Bustamante, las fiestas de San Juan de los Lagos, de Aguascalientes, o de la Exposición Agrícola y ganadera que aún se realiza en Ciudad Guadalupe, año tras año.
A partir de 1986, al igual que en la gran mayoría de los municipios de Nuevo León, fueron arraigadas nuevamente las ferias de los pueblos; con denominaciones alusivas a actividades o hechos agrícolas y ganaderos. Así surgieron: La feria de la Manzana, de la Papa, de la Nuez, del Orégano; la Feria del Cemento, del Alfarería y del Cabrito, etc. En Sabinas Hidalgo se inició la Feria del Aguacate y después la Feria del Vestido… cinco años después, ante prácticamente una desaparición del fruto del aguacate y un auge en el transcurso de los años, de las exposiciones para la venta del vestido, la feria de 1990 de nuestro pueblo se sitúa en el mes de julio como Feria Cultural y de esparcimiento sano que consignará todos los aspectos productivos, sociales y culturales de nuestra comunidad. En 1990, Sabinas Hidalgo, un pueblo con hondas y vivas raíces, en transición hacia una modernidad social y productiva, aún no del todo resuelta, realizará una feria que tiene su asiento en viejos antecedentes históricos y que conjugará todo lo que hoy somos.
Ahí, frente al Palacio Municipal, en la vieja plaza pública de la cara aldea.
19 de junio de 1990.