Celso Garza Guajardo

La Cátedra de 1948: Crónicas normalistas

Aquellos años que soñé

Celso Garza Guajardo

Después de nueve años de radicar fuera de Nuevo León por cuestiones políticas y sindicales, un maestro retorna a su pueblo… trabajaba en Piedras Negras, Coah. y tenía 26 años de servicios educativos. Pese a todo, ni por asomo pensaba en su retiro… al contrario, empezaría apenas la obra principal de su vida.

Celso Garza Guajardo

Después de nueve años de radicar fuera de Nuevo León por cuestiones políticas y sindicales, un maestro retorna a su pueblo… trabajaba en Piedras Negras, Coah. y tenía 26 años de servicios educativos. Pese a todo, ni por asomo pensaba en su retiro… al contrario, empezaría apenas la obra principal de su vida.

Estaba por concluir el gobierno de Arturo B. de la Garza, era Director General de Educación el Profr. Ernesto de Villarreal Cantú… y en Sabinas Hidalgo, alcalde Don Carlos Solís… se trataba de fundar una Escuela Normal en el pueblo.

Existían para ese entonces la Normal del Estado “Miguel F. Martínez”; en Montemorelos tenía poco de haber sido fundada la Escuela Normal “Serafín Peña”; en Galeana existía la Normal Rural.

Las circunstancias no eran felices… existía inmovilidad social y cultural y por qué no decirlo, pasividad e indiferencia. A eso había que sumar también la carencia de recursos y las muchas dudas para la viabilidad del proyecto educativo. Más, alguien tenía que motivar, planear y dirigir aquel proceso.

¿Por qué en Sabinas Hidalgo se fundó la Normal?… ¿Por qué no en Villaldama, que tenía un viejo abolengo político y comercial, el ferrocarril y los juzgados y contaba con importantes figuras magisteriales, lo mismo Bustamante…? ¿Por qué no en Lampazos, con gran trayectoria política y cultural a nivel nacional?… ¿Por qué en Sabinas Hidalgo?.

Si bien se tenía la carretera, la secundaria y las escuelas monumentales, la situación no era halagüeña en el orden económico, ni de infraestructuras materiales suficientes para tal empeño, Vallecillo, Parás y Agualeguas no eran en ese momento puntos de apoyo significativo… es más, todo aquello parecía no moverse, no cambiar, como que la ebullición de los años 30 y la obra transformadora de Don Manuel M. García en las primeras décadas había sido suficiente.

El 16 de noviembre tuvo lugar la primera junta para darle forma al proyecto e integrar un Comité Organizador… inquietud y entusiasmo, lo mismo que dudas e incluso recelos. La actividad exigía de inmediato informar a las autoridades, organizar el Plan de Estudios, inscribir alumnos, definir los horarios y buscar a los maestros para impartir las nuevas enseñanzas… dos, tres y cuatro juntas preparatorias más y las clases se iniciaron el lunes 29 de noviembre, bajo el siguiente horario:

HORAS LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO
18:30-19:10 Pedagogía Psicología Pedagogía Psicología Pedagogía 8:00-10:00
19:10-19:50 Español Tec. Gral. Enseñanza Tec. Gral. Enseñanza Tec. Gal. Enseñanza Matemáticas Observación Escolar
19:50-20:05

D E S C A N S O

20:05-20:45 Matemáticas Matemáticas Español Español Psicología  
20:45-21:25 Tec. Educ. Física Tec. Mat. Esp. Puericultura y Enfermería Tec. Mat. Esp. Tec. Educ. Física  

Daba así comienzo la cátedra formal de preparar a los nuevos maestros de Sabinas Hidalgo y de la región… los que participaron lo hicieron oportunamente y en el momento decisivo. Todos fueron necesarios y sinceros a la vez… impresiona el entusiasmo demostrado por personajes como Francisco J. Montemayor, Jorge Mascareñas Valadez y María Elva Solís.

Lo mismo que los empeños de Ercilia Puente Sada, Elisa Ibarra, Blas González, Blas Ruvalcaba y Casimiro Tijerina; y en el siguiente año la participación también de Alejandro Chapa Villarreal, Raúl Garza Valle y María de Jesús Campos.

Todos fueron necesarios en el inicio de la cátedra para fundar la Escuela Normal, pero hubo alguien que fue fundamental… era el maestro aquel que había regresado ese mismo año a fundar en aquel pueblo la Escuela Normal… se llamaba Eugenio Solís Guadiana.

La cátedra de 1948 no sonó a campanitas de cristal, pero nadie ha escrito nunca que formar maestro es como narrar cuentos para niños preescolares… no, el tono de la cátedra es otro, o mejor dicho, tiene varios tonos… a veces el tono del choque y de la contradicción, pues se desea eliminar la ignorancia para afirmar el acierto. En fin, ese tono difícil de la vida de cuando uno se está formando y que las cosas no se quieren aceptar como las vemos o como nos las dan.

La cátedra de 1948 no forma parte de ningún plan de estudios, es la cátedra de la vida y del ejemplo de unos maestros y de quienes los guió para fundar una Normal en Sabinas Hidalgo. Es la cátedra de la idea, el principio y la acción de cómo y para qué nace una Escuela Normal…

La cátedra de 1948 de Eugenio A. Solís y de los maestros que le acompañaron, fue para siempre; no se lee en textos que luego se reforman o en planes de estudios que después se hacen obsoletos, se atrapa en la historia y en los sentimientos y se convierte en herencia espiritual de generación en generaciones…

La cátedra de 1948 sigue dando lecciones.

3 de noviembre de 1986.