Fueron llegando en los pasados años Rodearon el pueblo para entrar. Primero se fueron a los socavones de las sierras y luego, mucho después, bajaron los llanos y más lentamente a las orillas de la aldea. No eran de aquí y se hicieron de aquí tan de aquí que se convirtieron en parte vial de nuestra propia historia.
Fueron llegando en los pasados años Rodearon el pueblo para entrar. Primero se fueron a los socavones de las sierras y luego, mucho después, bajaron los llanos y más lentamente a las orillas de la aldea. No eran de aquí y se hicieron de aquí tan de aquí que se convirtieron en parte vial de nuestra propia historia.
Por los años de 1900, familias enteras de mexicanos del estado de San Luis Potosí arribaron a este pueblo para trabajar en el auge de la minería que en ese entonces representaban el mineral de La Pachona en las sierras al poniente del pueblo Hombres y mujeres sencillas, trabajadoras humildes lo único que sabían hacer era laborar en las minas y labrar en los surcos de la tierra largos años pasaron en las entrañas de las minas, en el rudo y difícil trabajo de la minería; después se quedaron por siempre en la agricultura, dándonos en el transcurso de tres generaciones una lección completa de civismo y laboriosidad.
Unos de esos buenos hombres lo fue Don Silvestre Facundo Contreras, nacido en la Hacienda de Santo Domingo, municipio de Guadalcázar, S.L.P. en 1914; hijo de don Agapito Facundo y Doña Valentina Contreras. En tiempos de la Revolución llegó al estado de Nuevo León y de hecho se formó desde su más tierna edad en estas tierras donde aprendió los mismos oficios de su padre, minero y labriego. Toda su vida transcurrió en estas faenas; cuidador de ganado menos, peón en la construcción de la Carretera Nacional, trabajador en el mineral La Pachona y después ejidatario en el primero de los ejidos de Sabinas Hidalgo, el de Las Enramadas. Hombre con conciencia ciudadana y sensible a los problemas de su época, le tocó organizar el primer sindicato en el mineral donde laboraba y después por largos años fue Presidente del Comisariado Ejidal y Las Enramadas. Partícipe en la vida cívica del pueblo. Fue alcalde Segundo Judicial, en la administración de Don Fernando Viejo; Presidente del Comité Regional Campesino por nueve años; Directivo también de la Liga de Comunidades Agrarias y Promotor agropecuario de la Secretaría de la Reforma Agraria. Ve transcurrir en vida entre el auge y declive de la minería y el inicio de los empeños ejidales promovidos por la Revolución Mexicana.
A partir de 1930, la mayoría de esas familias empiezan a incorporarse plenamente al censo de nuestra población. Sus abuelos y sus padres con sus hijos y descendientes, integrándose así una gran familia Sabinense a la que se agregaron para siempre los apellidos de: Facundo, Contreras, Cervantes, Mascorro, Moreno, Alfaro, Alcántara, Carrera, Carreón, Muñoz, Guerrero, Zapata, Velázquez, Pineda, Díaz y otros de igual valía.
Don Silvestre Facundo Contreras falleció el 16 de abril del presente año (1988), el ciclo de la vida transcurrió así sin cesar, La mayoría de los viejos trabajadores que arribaron a este pueblo al mineral de La Pachona a principios de siglo y quienes luego fundaron ejidos como el de Las Enramadas, también han fallecido Naturalmente, así es la vida Más las buenas raíces fundadoras de El Real de Santiago de las Sabinas y todos ellos son ahora parte de nuestra historia. Le han dado a este pueblo lecciones la laboriosidad y de civismo, de dignidad y apego a la vida.
Sabinas Hidalgo les debe un reconocimiento. Esta crónica es un homenaje a todos ellos. A sus buenas raíces ahora nuestras.
14 de junio de 1988.