Los terrenos del actual municipio de Agualeguas fueron mercedados por los primeros gobernadores a Juan Bautista Ruiz, Nicolás Chapa y Francisco Báez de Treviño, entre otros; pronto Báez acaparó por compra la mayor parte de estos territorios.
Para 1706 ya se había establecido el rancho de San Buenaventura del Puntiagudo –hoy General Treviño, N.L.- y antes de la fundación de la villa, existían los ranchos del Álamo de los Canales propiedad de don Blas Canales, el de Nuestra Señora de Guadalupe de Nicolás de Chapa y Juan de Ruiz y otros dedicados a la cría de ganados mayores y menores.
El gobernador y capitán general de Nuevo Reino de León don Francisco de Echegaray realizó las diligencias para el establecimiento de la población de Nuestra Señora de la Concepción de Gualeguas y Bucareli, comisionando para ello el alcalde de Cerralvo Juan José Gómez de Castro quien citó a los vecinos interesados el 28 de abril de 1773, “todos ellos padres de familia, comprometidos y concordados en efectuar dicha población de Gualeguas”. (27)
Los fundadores de la nueva villa fueron: Francisco Salinas, Teodoro Salinas, Juan Antonio Canales, Carlos de Benavides, Juan Ángel Lozano, José Antonio Barrera, Gaspar García, Juan de Dios de la Garza, José Rafael González Hidalgo Navarro, Vicente Canales, José Antonio Canales e Ignacio Guajardo quienes se comprometieron a cumplir las siguientes condiciones:
1ª.- En tres meses se obligaban a poblar con sus personas y familias el sitio que se les consignare para casa, solar y huerta.
2ª.- Cultivar las tierras que se les señalasen para siembra de trigos, maíces, caña dulce y otras semillas.
3ª.- Ocupar con sus ganados mayores y menores las tierras señaladas para pastos.
4ª.- Formar la población con su plaza y calles respectivas procurando su mayor resplandor.
5ª.- La titularán Nuestra Señora de la Concepción de Gualeguas y Bucareli.
6ª.- Conservarán cuanto puedan la iglesia que subsiste en dicha misión, donde se veneraba la milagrosa imagen de Nuestra Señora La Virgen María en la advocación referida.
Ese mismo día, Gómez de Castro pidió información sobre los límites bajo cuyos términos se reconocían las tierras adjudicadas a la desierta misión y llamó a los vecinos José Vázquez, Bernardo Canales y Francisco Antonio Villarreal, quienes por estar radicados en la región conocían los linderos para que los reconocieran.
El 30 de abril de 1773, el alcalde de Cerralvo realizó una “visita de ojos de las tierras que comprendía la misión desierta de Gualeguas” y mandó que se procediera a medirlas y se tomara de ellas la correspondiente “para que puedan laborear y sembrar maíz, trigo, caña dulce y otras semillas que les sean convenientes.” (28); para realizar este trabajo designó a don Diego de Sauto como agrimensor idóneo, con el compromiso de desempeñar el empleo con fidelidad.
La medición se hizo a partir del arroyo de Agualeguas donde se junta con la cañada de Palo Blanco, lugar donde estuvo situada la capilla de la misión, delineándose para la población 900 varas por el norte y sur, mientras que por el oriente fueron 3,204 y al poniente 3,025 varas. Se determinaron las tierras de labor que dieron un total de cuatro caballerías y media.
Al terminar el repartimiento, se verificó que cada uno de los doce vecinos tuviera una porción igual y se les autorizó para gozar los ancones del arroyo que les perteneciera a cada parte. El día 5 de mayo de 1773, se adjudicó el agua.
El nombre dado a la naciente villa se debe a la advocación mariana de la Virgen de María Santísima; Gualeguas por la nación indígena que deambulaba por la región, de los cuales para 1665, solo quedaban menos de una docena pues la inhumana persecución y explotación de los colonizadores los acabó, Bucareli en honor al cuadragésimo sexto virrey de la Nueva España Antonio María de Bucareli y Ursúa quien gobernó de 1771 a 1779 y en el segundo año de su mandato, ordenó al gobernador Echegaray practicar las diligencias para el establecimiento de la villa de Agualeguas.
