Estos eran dos amigos y conste que no vamos a iniciar un corrido precisamente; éstos además de amigos eran compadres y se llaman Leonel y Don Lupe, Leonel era el más joven e invitaba con frecuencia a su compadre Guadalupe a ir de compras a Laredo, Texas.
Leonel manejaba siempre una flamante camioneta y llevaba a su compadre, son el ánimo tal vez de tener con quien platicar, pues Leonel es de larga e interesante comunicación.
En una ocasión llegan a un banco en Laredo Texas y Leonel recibe de una atenta secretaria una tarjeta de crédito, allá cuando allende el Bravo, las tarjetas estaban en su apogeo y en nuestro país aún no aparecían.
En eso Don Lupe le dice a Leonel, oye compadre ¿para qué te dieron esa “tarjetita”?; no es nada, ni sirve para nada, la muchacha me dijo que me podían dar dinero, en lugares donde hubiera “un gran cajón rojo” hoy conocido como “cajero automático”; y transitado por la calle San Bernardo, el compadre le dice a Leonel, mira compadre ahí hay un “cajón rojo”, sí, sí es cierto y Leonel introduce la tarjeta y sigue las indicaciones que le habían dado y saca del cajero trescientos dólares, asombrado Don Lupe le dice: oye compadre y este cajón cada cuándo te puede dar dinero? Me puede dar trescientos dólares cada hora; y entonces, ¿para qué….nos vamos “pa” México?
Pero así está el mundo y estas son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.