VII. La vida cultural
El barrio del Aguacate fue la sede inicial de las más importantes escuelas de Sabinas: la Secundaria Profesor Antonio Solís y la normal Pablo Livas, centros culturales formadores de jóvenes que impregnados de altos valores cívicos, humanísticos y espirituales han elevado el prestigio de su pueblo, de su escuela y de su barrio.
También los dos principales templos se encuentran en el barrio: el de San José, de la fe católica y la primera iglesia bautista, cuyas labores calladas y permanentes han dado al barrio del Aguacate esa tranquilidad de espíritu características de sus habitantes.
Frente a la plaza existía el Cine Olimpia y aún existe la Sociedad Mutualista, que han dejado honda huella cultural en el barrio y en el pueblo.
No menos importante en el aspecto cultural porque allí se hablaba de todo y porque se aprendía a escuchar y a conversar, era la peluquería de don Antonio Hinojosa, localizada en contraesquina de la plaza. Era un centro de reunión de políticos, poetas e intelectuales, siempre con algo que enseñar a quienes los quisiera escuchar.
En la plaza o en el balcón de la presidencia, durante los desfiles conmemorativos de las gestas nacionales se tuvo una constante fuente de cultura cívica y patriótica que ayudó a forjar el espíritu responsable de los habitantes, no sólo del barrio, sino del pueblo todo.
Valiosos elementos culturales, los músicos y los poetas han llevado a todas partes su alegría y su mensaje de optimismo. En nuestro barrio no podían faltar estos elementos que, rodeados de un ambiente propio, desarrollaron el talento musical hasta muy altos niveles. Recuerdo aquí al músico poeta don Armando Villarreal, autor de Morenita Mía, a don Francisco Leyva, al profesor Alfredo Chapa, a Jesús “Chito La Burra” Guadiana y a las familias Acevedo, Neri, Villarreal, Chapa, Espinosa y muchas otras que produjeron verdaderos artistas de la música sabinense. Lugar especial tiene también el poeta Antonio R. del Valle, cuyo nombre ostenta la biblioteca de la Escuela Secundaria Profesor Antonio Solís, y José “Chapo” Morales, autor de la música del himno de la Escuela Normal Pablo Livas.
A partir de 1963 se instaló en el barrio la oficina del periódico Semana, ahora Semana Regional, editado por el profesor Jorge Mascareñas y dirigido por su madre, doña Josefina Valadez de Mascareñas. Ha sido un instrumento de innegable tradición cultural en nuestro pueblo por casi cuarenta años.