Vallecillo, sus lugares y sus gentes: Vallecillo

Vallecillo, Nuevo León: Los caminos de su historia

Cabecera municipal, se distingue como cada uno de sus poblados por la belleza de sus mujeres, por sus hombres de cultura y trabajo y sobre todo por su don de amistad. Ahí residen los poderes municipales representados en la actualidad por el C. José María Castellanos Ramos, postulado por el Partido Revolucionario Institucional.

El Real de San Carlos de Vallecillo era muy poblado, el número de familias que lo habitaban era de más de 500, la minoría era españoles, había varias familias de indios garzas, cenizos, saiques y ayaguas.

Era costumbre de esas gentes inhumar a sus muertos dentro de la iglesia, cuentan que como era tan pequeña y el terreno muy duro (tepetate) no era posible enterrarlos muy profundos y sucedió que, la grasa de estos cuerpos afloraba, fue entonces cuando el subdelegado de aquel Real solicitó permiso al Gobernador para establecer un panteón público, fuera del poblado.

Las casas, el Palacio Antiguo, la Plaza Antigua, la Iglesia y el Campanario, sus bardas todas son de piedra que se extrae de la canteras. Cabe mencionar la Casa de la Plomada, la cual perteneció a una familia y durante la administración del C. Argelio Santos Alisak pasó a ser un bien del Municipio, por ella se pagó la cantidad de 10,000,000.00 más gracias al apoyo del entonces Gobernador del Estado licenciado Jorge Treviño Martínez y la intervención del ingeniero Héctor Mario Sánchez Serna se llevó a cabo la reconstrucción total del inmueble respetando sus atributos arquitectónicos originales.

En la actualidad funciona ya como museo una de sus áreas y otra como Biblioteca Municipal.

Esta casa de la Plomada está ubicada a espaldas del Palacio Municipal y al frente del Centro Cívico Municipal. La Iglesia de San Carlos de Borromeo y el campanario son reliquias históricas.

La minería tuvo su auge hasta que los tiros de la famosa mina se inundaron y ya no fue posible seguir trabajando. Aún se pueden observar que están inundados, esas minas eran ricas en producción de plata, se cuenta que, en uno de los tiros de la mina ya abandonada habitaba una enorme serpiente de cascabel, que se comía una cabra entera, hubo una persona que se atrevió a darle muerte a dicho crótalo y del susto que se llevó, esta persona murió a los tres días, dicho reptil se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México.

Sus actuales pobladores, se dedican al comercio, la agricultura, la ganadería, muchos han tenido que emigrar por la falta de agua y de fuentes de trabajo, en la actualidad la piedra para fachada que se vende al vecino país del Norte y en el nuestro es fuente de ingresos para sus pobladores.

La fuente de agua que cubre las necesidades del poblado está a 6 kilómetros de la cabecera municipal en las márgenes del arroyo de La Lajilla (Agua Dulce). Allí está un equipo de bombeo que se mueve por corriente eléctrica y llega al pueblo por medio de tubería.

Esto se instaló en el gobierno del C. José María Castellanos Ramos.