Celso Garza Guajardo

La Secundaria “Antonio Solís” 1934–1984: V El significado de los buenos recuerdos

Aquellos años que soñé

Celso Garza GuajardoLa historia de la Escuela Secundaria “Antonio Solís” es nuestra propia historia.

Parte de la historia de este siglo de Sabinas Hidalgo. Es una historia para ser escrita, para extraer experiencias y plantearse nuevas metas.

Nuestras historia y no está sola, el sistema se ha ampliado hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo.

La vieja raíz ya casi se ha confundido con la tierra, los frutos se volvieron semillas y éstas a su vez han engendrado nuevos frutos. La sociedad se ha transformado en un inmenso bosque donde se dificulta ver del todo, perdiéndose por ello la relación entre cantidad y calidad, entre ocupación y enseñanzas, entre cultura y sociedad.

En celebraciones como éstas, los logros, las deficiencias, y los errores del ayer no cuentan por sí mismos, son válidos sólo como experiencias para incorporarse al presente de una sociedad más compleja que la de hace cincuenta años. Una sociedad que afronta serios problemas para seguirse desarrollando, para dar ocupación, salud, habitación y alimentación a todos. Estamos ante una sociedad que debe vivir en paz, modificándose para ello su concepto del progreso y de utilización de las ciencias y de las técnicas. Que debe, además, retransmitir la cultura, no sólo como idea, sino también como producción, como trabajo creativo, físico, directo, para que entonces el concepto de la cultura, el arte y el pensamiento como quehacer espiritual, tome su verdadera dimensión, sublimando al hombre y a la vida.

Se gestionan cambios en todos los sistemas educativos, incluyendo el de secundarias, cambios que en el fondo no constituyen más que la claridad del viejo anhelo del hombre por ser culto, bueno, productivo y hermano del hombre. Con ello se están conformando los recuerdos del mañana.

Los que ya soñamos, los que andamos repasando la vieja escuela y siguiendo los pasos de los maestros de antaño… nosotros, los adolescentes de entonces… buscamos en los recuerdos el único elixir para vivir más y mejor. No porque los recuerdos hagan vivir, sino porque permiten seguir aprendiendo de lo que ya no está presente, pero que nos da fortaleza de valores espirituales.

El significado de los buenos recuerdos consiste en que nos hace ser y ver la vida con humildad. Por ello, los ex–alumnos de la Escuela Secundaria “Antonio Solís” sabrán ser:

  • Agradecidos sinceramente por la educación que nos dieron nuestras familias, nuestro pueblo y nuestra escuela.
  • Reconocedores de la deuda moral que se posee por haber tenido el privilegio de estudiar.
  • Y sobre todo, tener nobleza para valorar el esfuerzo de aquellos maestros que nos dirigieron en el curso de una etapa de nuestra formación.

Los recuerdos son materia prima de la historia, en términos técnicos, son la historia oral, emotiva y subjetiva a veces pero no por ello desechable. Los recuerdos son necesarios en la historia formal para que como ciencia pretenda confesar el pasado, apreciar el valor de los esfuerzos y compartir para un fin mejor.

En cincuenta años, los adolescentes se hicieron abuelos, los alumnos se hicieron maestros, médicos, ingenieros, abogados, técnicos y buenos ciudadanos.

Sabinas Hidalgo palideció de villa y se maquilló de ciudad. Creció el pueblo, surgieron colonias y fraccionamientos. Muchos sabinenses viven en Monterrey, en San Nicolás de los Garza, en Laredo o en los Estados Unidos.

Hay más carreteras. Más iglesias y más plazas… y más devaluaciones del peso frente al dólar que crecidas del río. A propósito, ¿cuántas crecidas ha tenido el Río Sabinas en estos cincuenta años?…

La escuela Secundaria “Antonio Solís” celebra con sereno júbilo sus cincuenta años de labor social y docente, para bien de Sabinas Hidalgo, de Nuevo León y de México.

En fin, se recuerdan las cosas no para que el pasado vuelva, sino para confesar que se ha vivido.

De todo corazón debemos desear a los adolescentes de fines e los ochenta y de la década de los noventa, felices sueños juveniles, buenas escuelas secundarias y, sobre todo, excelentes maestros en todas las ciencias, artes y disciplinas.

16 de mayo de 1984.