Celso Garza Guajardo

Los lugares y los rumbos: La calle de Iturbide

Aquellos años que soñé

Celso Garza GuajardoSon sólo imágenes…..en realidad no le conocí muy bien….lo escribió para evitar el olvido, para ayudar a la memoria a no cegar el pretérito de lo vivido….en realidad son sólo recuerdos….recuerdos muy lejanos.

La calle de Iturbide es larga, centenaria y silenciosa; de oriente a poniente, nunca entendía, se terminaba en el recodo de la acequia o se perdía en los montes del cerro. Calle recta como todas las que se definieron a partir del Barrio del Alto. Solares y matorrales, cercas de palos y bardas y sillares, casonas, jacales, portales junto a las viviendas y banquetas de todas formas.

Por la calle de Iturbide, como por otras calles también, se caminaba oyendo de casa en casa el radio en la misma estación…..a la 1:30 de la tarde Corona de Lágrimas, sollozos y latidos de los corazones a diario……

Las imágenes se me esconden….las busco pero se me esconden. Allá por la carretera, en el café “El Bohemio”, el Súper de los hermanos Ruiz, la frutería de los Castillo, la frutería del señor Pedro Flores, la casa de Don Ricardo Flores, la de Don Omar Ruiz, la tienda “La Popular” de Don Guadalupe Villarreal, el café y casa de huéspedes de Don Casimiro Alejandro, la panadería de Doña Luisa, la carpintería de Don Pedro Santos; luego casas de sillares y de piedras, añejas y despintadas.

El paraje de las carreteras en contraesquina de la tienda del buen hombre que fue Don Nicasio Escamilla, la frutería del señor Don Rubén Flores, la carpintería del señor Don Erasmo Treviño y allí en la esquina el tendajo y la casa de Don Claro Escamilla, paciencia y virtud de santo. A mitad de cuadra, la casa familia de un benemérito maestro sabinense aún de pie, Don José Martínez….la casa de Don Severo Espinosa, el viejo Express lechero y los camiones de carga de los hijos….enfrente las viejas casonas pintadas de rosa y de cal.

La casa de Don Genaro Garza y de Doña Josefina González, lugar donde los domingos por la noche iba a ver los primeros programas de televisión. El taller de vestidos “La Teresita” y un corral de piedras y de troncos con desembarcadero para ganado…..vieja casona de sillar a mitad de cuadra, azul y rosa por siempre con puertas a medio abrir……casa de Don Ventura Garza, inquietud y esfuerzo de un hombre sobre su Express. Regia casa de Doña Gregoria Garza, soledad y arte en el vestir para las damas….casonas grises en la esquina de Iturbide y Zaragoza, altas baquetas, pláticas a las sombras de las tardes y de las noches casi, carpintería de Don José María Garza Ríos, escuela de buenos carpinteros sabinenses……a mitad de cuadra, un recuerdo claro de mi infancia; casa nueva, donde viví y nació mi hermano Oscar, lugar de mi primer año de primaria…..zapatería del señor Esteban, casa de Don Rogelio Garza, jacalón de Doña Panchita y esquina del Sr. Garza, puesto de palos en la banqueta…..solares con montes y con palmas, arroyos cuando llovía, en noches sin lunas, aullidos de coyotes y cuentos de misterio….luego, más allá, hacia donde el sol se mete, el camino que tomaba el abuelo Juan para ir a las labores del tío Abraham Flores, casas pequeñas y jacales, cercas de ramas, solares de media cuadra, despobladas y con veredas….saludos al caminar, gente pobre y buena en la orilla del pueblo, la calle se hacía polvo y se convertía en monte.

Los recuerdos me huyen, definitivamente….sufro por no acordarme más, sólo veo una calle larga topando en la acequia y perdida en los montes….era un niño buscando la fantasía, la encontré, pero hoy lo que fue ya no es….la fantasía se volvió nostalgia.

18 de agosto de 1987.