MAMÁ MARÍA ERA el núcleo de las reuniones en la numerosa familia de Eneas. Todas las celebraciones, fueran con el motivo de Navidad o Pascua, de Año Nuevo o Día de las Madres, giraban en torno a la figura matriarcal de Mamá María. Bondad y sabiduría, las mejores herramientas para mantener la atención de todos los elementos, eran el fresco regocijo de la descendencia. Al iniciar la llegada al punto de reunión, tomaba origen un desfile de hijos, nietos y bisnietos, que deseaban hacer notable su presencia ante ella con el tradicional abrazo y el beso en la mejilla. La ciudad de Matamoros era, por tradición, la sede de dichas reuniones, en donde Mamá María radicó después de haber dejado su tierra natal, Sabinas Hidalgo.
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