El puente que servía para que cruzaran el río los peatones de los Barrios Norte y Sur, en Colorados de Abajo era un enorme Sabino, que fue cuarteado a boca de hacha por los vecinos del lugar y por iniciativa del ya finado Profesor Eugenio A. Solís que prestaba sus servicios como mentor en los 30 años además de servir para cruzar, también servía como lanchón, en tiempos de avenidas del río Alamo (río Las Nueces).
El puente que servía para que cruzaran el río los peatones de los Barrios Norte y Sur, en Colorados de Abajo era un enorme Sabino, que fue cuarteado a boca de hacha por los vecinos del lugar y por iniciativa del ya finado Profesor Eugenio A. Solís que prestaba sus servicios como mentor en los 30 años además de servir para cruzar, también servía como lanchón, en tiempos de avenidas del río Alamo (río Las Nueces).
Cuatro ágiles nadadores empujaban el tronco mientras 4 ó 5 personas iban a bordo en la parte superior, así lo hacían cuantas veces fuera necesario. Este tronco puente estaba atado con un cable a un mezquite hasta hace unos años fue usado en ese lugar, ya que se construyó un puente de concreto para vehículos y peatones, se siguió usando más al poniente hasta que por la constante humedad se partió. Como todas las cosas, tuvo su fin. Así este servidor, dio su vida y servicio a la humanidad.
Profr. Juan Manuel González Sánchez
Cronista de Vallecillo, Nuevo León