Continuación de la entrevista a Don Manuel M. García por el Periódico El Porvenir de fecha 1 de julio de 1936.
Fue un Precursor de la Revolución.
Regresábamos del sitio donde tiene la plantación sobre un camino bordeado de arboleda. Por aquí –nos dijo– antiguamente estaba prohibido el paso, era algo así como un dominio; ahora quien quiera puede transitar, para ello me vi obligado a adquirir el terreno y cederlo al Ayuntamiento quedando como vía pública. Lo anterior fue tema para una conversación interesante. Condeno –nos dijo el Señor García – esas tendencias de predominio y feudalismo en que se considera como grave delito el que alguien transite por camino que se dice privado, sin haber una sola planta de cultivo que pudiera perjudicarse con el libre tránsito. No es posible –agregó– ni lo desearía por un momento que se perdieran las conquistas de la Revolución: deben no solamente subsistir, sino avanzar hasta llegar a la finalidad que se persigue, que es la verdadera redención de los que por muchos años permanecieron esclavizados. Yo fui un precursor de la Revolución, cooperé eficazmente con el General Martínez, quien me comisionaba para asuntos delicados. Y de esos principios no he claudicado, quizás sea más revolucionario que muchos que hablan de Revolución por teoría. Fui testigo del tratamiento que recibían los peones, de su miseria por los exiguos jornales y no debe México ni ningún otro país que haya conquistado la liberación de los de abajo, retroceder. Puedo –nos dijo– con un gesto de decisión en cuyo impulso vimos avivarse sus ojos y temblar su barba, ¡que yo Manuel M. García soy más comunista que los que así se denominan. Muchos de los que hablan de comunismo no entienden lo que dicen, ni saben lo que predican; pero en fin, ellos no tienen la culpa, son buenas gentes, su ceguera obedece que les falta mucha educación y comprensión de los verdaderos problemas de la vida!
Sus proyectos para el futuro
Seguimos caminando rumbo al poblado por en medio de la arboleda y tras de una pausa nos habló de sus proyectos para el futuro no lejano, quizás unos cuantos meses. Me propongo, –dijo– establecer una cremería; es una industria que se necesita en Sabinas Hidalgo porque beneficiaría a muchos campesinos y agricultores en pequeño. Actualmente toda esa gente se empeña en vivir del producto de sus animales, pero su condición es triste. ¿Cuánto cree usted que vale un litro de leche aquí? Tres centavos; ¿Qué utilidad puede reportarles su ganado? La cremería que me propongo establecer será en gran escala, de tal manera que aprovechando la carretera puedan llevar los productos a diversos mercados. También me propongo establecer una casa empacadora y para mayor efectividad del negocio, habrá desde Sabinas Hidalgo hasta México un servicio de auto-camiones, dotados de departamentos perfectamente refrigerados para la conservación de sus productos.
Mucho agradecería a toda aquella persona que posea fotografías y anécdotas en pro o en contra relacionadas con Don Manuel M. García, favor de dirigirse a los Tel. 242-22-98 o al correo electrónico juan-moralesgarzal @hotmail.com con el Sr. Juan Morales.
