Celso Garza Guajardo

Crónica de un viaje a España III

Historias familiares

ImageMadrid es la ciudad de Felipe II desde mediados del siglo XVI, y desde entonces es el corazón de España.

Existe muchas otras ciudades y lugares más antiguos que Madrid en siglos y en milenios, más la capital de España se ha convertido en un bello balcón para poder lanzarse a ver todas las provincias y los grandes y dinámicos cambios que se realizan a lo largo y ancho del territorio.

Los caminos de España se pueden recorrer cómodamente por carretera y ferrocarril. En la capital de España, una de las capitales europeas, las direcciones son por barrios: el barrio es una cédula integral del tejido social urbano de la ciudad. En Madrid hay tendajos, pequeños comercios, pequeños y confortables cafés, bares, restaurantes, fondas, cervecerías y mesones. El común de la gente hace a esos lugares su diario transitar y existir.

La canción de Agustín Lara a Madrid hace referencia al bar Chicote, diciendo: “En Chicote un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad”… pues resulta ser que así es, la vida cultural y social del madrileño ordinario transcurre en dichos lugares que son verdaderamente acogedores, lo mismo para tomar café, una pequeña merienda, un vaso de vino o una cerveza o sencillamente para estar, platicar y leer.

En Madrid hay que recorrer las calles, ya sean grandes avenidas o callejones, sus plazas y paseos públicos, pero sobre todo, hay que r a sus cafés que hay por todas partes y en todos los barrios se dan, no sólo en el centro de la ciudad, sino en todas las latitudes, sobre todo hay que ir al más antiguo de Madrid, El Comercial, y más céntrico, el Sahara, ambos una especie de restaurant “AL” de Monterrey.

Hay otros nombres de café con reminiscencia de mexicano: La Mal Querida, La Mordida y El Monterrey.

El cine español está en auge. En Madrid hay cines en la misma forma, nada más que en grande como lo de que Sabinas es la maravillosa tradición del cine Olimpia, cine de toda la semana con letreros luminosos de marquesina y las colas de gente para entrar a ver los últimos éxitos de la cinematografía española.

El cine español, en la Europa moderna, un verdadero espectáculo de identidad y de unidad española. Están situados en la Gran Vía y en otras avenidas de importancia.

Caminando por la Gran Vía te encuentras con un callejón cuyo nombre es Calle de Libreros, media estrecha, media curva, tiene algo así como 12 libreros de viejo o de libros usados, y es un verdadero deleite descubrirla, al igual que el otro gran puesto de libros usados que está en uno de los extremos del parque El Retiro.

España es hoy un país de libros para el mundo la principal producción editorial en habla hispana se da aquí, no exagero al decir que una cuarta parte del tiempo hábil sentado y caminando para conocer España la puede uno pasar viendo libros y periódicos.

Los nombres de las calles, avenidas, plazas y barrios de Madrid no son rimbombantes en extranjerismo, todos son nombre castizos desde la A la Z, como si la comisión de Nomenclatura del Ayuntamiento Madrileño estuviera integrada por puros miembros de la Real Academia de la Historia y que han sabido perdurar como parte de la Lengua Española. Nombres antiguos y familiares añeja como propia. Todos los nombres de lugares han estado ahí, como La Puerta de Alcalá, por más de dos siglos… “ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá, ahí está viendo pasar el tiempo”… como la Puerta de Toledo como el Barrio de Chamberi, como la Casa de Campo, como la calle Luisa Fernanda, la calle Tutor o la calle Gutiérrez, o como aquel barrio al que también le cantó Agustín Lara: “Voy a hacerte Emperatriz de Lavapiés”… Lavapiés es un barrio de origen judío con su fuente para lavarse los pies y poder tener derecho a entrar aquellos que no eran judíos.

Madrid y sus monumentos, empezando por la plaza de España, la dedicada a Miguel de Cervantes Saavedra, el Quijote y a Sancho Panza; la de cibeles, Agustín Lara y Miguel Hidalgo también tienen sus monumentos en la capital española.

En el Madrid de ahora se cantan las canciones de José Alfredo Jiménez, en un gran homenaje en disco compacto por los grandes cantantes de España.

El directorio telefónico de Madrid contiene los apellidos comunes que se dan de Nuevo León, excepto los más comunes aquí, pero que allá casi no están, el Garza, el Treviño. Hay un sólo De la Garza en el directorio de Madrid y un solo Treviño que allá es Triviño. Hay un pueblo que se llama Treviño en la región vasca.

La cultura de identidad o también llamada cultura popular en una sociedad como la española no es un patrimonio de elites intelectuales exclusivas, la cultura de identidad esta arraigada en toda sociedad. En Madrid predominan las leyendas, los cuentos, las tradiciones; es un español seguro de su pasado que avanza en forma plural construyendo la democracia y una sociedad mejor en el presente.

El idioma te permite acceder de inmediato al mundo de la política en la capital española, donde la sociedad es la soberana y el Estado aplica las decisiones y los partidos políticos de derecha, del centro o de izquierda sirven dinámicamente a ese proceso o sencillamente son hechos a un lado.

No hay en cruceros ni pedigüeños en los mercados. Si hay vagabundos o limosneros con el libre albedrío de hacerlo, más existen muchas organizaciones sociales dedicadas a la búsqueda de soluciones de problemas. Hay un programa muy especial del municipio de Madrid que consiste en financiar pequeños periódicos de tipo social que luego son vendidos por los menesterosos previo registro e identificación de un gafete, lo que saquen de la venta es para su ayuda.

La población madrileña está estática, cuatro millones y medio; el promedio de hijos por familia es 1.26 y los jóvenes no se casan hasta después de los 30 años.

En Madrid la lectura de la prensa diaria te permite conocer y adentrarte en toda la realidad europea y, sobre todo, en el significado de la unión económica europea. En los problemas de la producción, los intercambios y la reciprocidad de los tratos entre prensa tiene una calidad informativa de primera, lo mismo que un nivel de ética cada vez más superable.

29 de mayo 1999