Celso Garza Guajardo

La Familia: Alba Josefina

Aquellos años que soñé

Celso Garza Guajardo

Monterrey, N. L., 10 de marzo de 1988

Querida hija:

Celso Garza GuajardoMonterrey, N. L., 10 de marzo de 1988

Querida hija:

En realidad, no te escribo para ahora, te escribo para dentro de 15 años. Para mí es más importante lo que vas a ser que lo que ya eres.

Eres una quinceñera, una hermosa señorita con todos los dones naturales de la belleza y la forma imaginaria e inagotable de las ilusiones son propiedad de su existir ahora, eso te lo ha dado la vida. A ella agradéceselo. La vida es tan buena, que nos da la vida.

A esa vida tú has correspondido con tu propia personalidad, eso quiero reconocértelo plenamente: me reconforta verte con esa disciplina de estudio que te has forjado tú misma; es mérito tuyo que a nosotros nos satisface plenamente. La búsqueda de valores y de principios humanistas, que día con día encuentras para conducirte en el mundo de hoy, es algo que te reconocemos y apreciamos, lo exigente que eres para con muchas cosas cercanas y lejanas, en el fondo no nos molesta, pues evidencian tu sensibilidad donde se están forjando tus hábitos y templando tu carácter. Día llegará en que logres el propósito de ser exigente en todo contigo misma y rebelde asidua para lograr el bien de los demás como principio de hacerse el bien a uno mismo.

No es por felicitarte, pero en verdad estoy muy contento por que llegas a tus 15 años. De eso ya no me preocupo. Es algo que te agradecemos en familia. En este aniversario el saldo es a tu favor, por tu disciplina de estudio, tu búsqueda de valores y tus exigencias. De todo ello formarás tu mañana; tu mañana cada vez más propio.

De nosotros tendrás el apoyo permanente y el consejo si así lo requieres. Camina tras tus ilusiones apoyándote en el estudio y el trabajo, convencida de que sin ello nada es posible.

Avanza en tus planes con seguridad y fortaleza, llena de alegría pues eso es propio de la juventud.

Haz por los demás cada vez que puedas y cada vez que debas.

Corona los éxitos en el estudio y en el trabajo con la gratitud y la humildad, pues sólo así deviene la sabiduría.

En realidad, hija mía, yo te escribo para entonces… para el mañana. Para dentro de 15 años más, algunas metas de tu vida las hayas logrado, pues entonces el saldo será completamente tuyo. Creo que me entiendes.

Mientras tanto, recibe el cariño de tu madre, donde están los mejores ejemplos que cada uno de nosotros podemos tomar siempre. Recibe la sonrisa y el afecto de tu hermano Celso José y de mí, la gratitud infinita por tener la dicha de ser tu padre… la dicha de que seas mi hija, tal cual eres ahora y mañana.

Tu padre–amigo

Celso Garza Guajardo