Desde cuándo, no lo se… quizás después de la carretera nacional, allá por 1927, después también de la construcción de la Colonia Anáhuac y del campo militar a mediados de la década de los 30s por el General Almazán; después del auge de la contratación de braceros a principio de los 40s; luego de la industrialización cuando Ramírez establecieron su fábrica de armar vehículos, a mediados de los 50s; o cuando lo de la Ciudad Universitaria a principios de los 60s. Lo cierto es que, poco a poco, trabajadores, estudiantes y familias enteras de Sabinas Hidalgo se fueron yendo a San Nicolás de los Garza.
Era como irse pensando en no marcharse, un "me voy pero regreso". "acá estoy pero luego vuelvo"… San Nicolás empezó a ser turina de traslado en el pueblo, tomar el camión en la carretera o al dar la vuleta por la plaza y bajarse una hora y media después en la misma carretera, pero en San Nicolás… Al cruzar la cuesta y pasar Ciénega de Flores… "Ahñi nada más, en San Nicolás", sudiba y bajada por la misma carretera… no en Monterrey, no, no, en San Nicolás.
Vivir en San Nicolás, ahí cerquita, antes, mucho antes de llegar a Monterrey… bajarse en la carretera, caminar un poco y sentirse en la casa.
La historia tiene ya 60 años, pero en los últimos 30 ha sido muy intensa… ahora se entrelazan las generaciones de sabinenses en San Nicolás y nicolaítas-sabinenses. Los padres sabinenses se hicieron viejos en San Nicolás… raíces aquí, raíces allá; un ir y venir por semanas, por meses y por años… por el recuerdo y para el recuerdo. Los vástagos, las nuevas generaciones, son en cambio nicolaítas de ambiente metropolitano y sabinenses por solemnidad emotiva por visitas de vez en cuando.
En el casco de San Nicolás o en colonias como la Chapultepec, la Anáhuac, El Roble, Las Puentes, Villa Universidad, Fraccionamiento Iturbide, Periférico, Roble San Nicolás y otros lugares más; por sectores y calles predominan las familias, los estudiantes, trabajadores, maestros y profesionistas originarios de Sabinas Hidalgo.
En los consultorios de los dentistas, en la Notaría de Rogelio Villarreal, en la Preparatoria No. 7, en las escuelas secundarias y primarias, en la plaza principal o en la Colonia Chapultepec y de Las Puentes, al tomar un Ruta 14, por ahí, por todas partes, se ve la gente de sabinas. En el “Martins” de Avenida Universidad, si se entra a tomar un café, en varias mesas habrá rostros conocidos de grupos y familias de Sabinas… lo mismo en Soriana y en Astra, los saludos se topan al igual que los carritos de mandado.
Cada vez más, parece ser que por ese rumbo, una parte completa de Sabinas Hidalgo está en San Nicolás… ”aquí nomás, en San Nicolás”, se sigue repitiendo la frase.
Los sabinenses viejos, los de hace 20 o más años de estancia en San Nicolás, viven de los recuerdos, continúan el ir y venir, por lo que sea, en silencio siguen pensando volver aun cuando ya sea permanente el quedarse… los hijos no tienen esa problemática, conocen mucho de Sabinas pero como si fuera una vieja película mexicana en televisión, de esas que se pasan muy seguido… para ellos, Sabinas es cosa del pasado, del pasado de la familia, mientras que para los padres Sabinas es el recuerdo de hoy.
Hace muchos años, demasiado mozo aún, veía yo desde la ventana del camión al llegar a San Nicolás, matorrales, palmas silvestres y las lecherías. Y al bajarse, en distintas paradas, algún grupo de empleados o de estudiantes, con sus maletines y bolsas de ropa… hoy, muchos años después, desde el estacionamiento de Soriana veo pasar a muchos sabinenses, a unos en carros y camionetas, otros al tomar el camión urbano, unos más atravesando presurosos a la Avenida Universidad… .antes pensaba que la aldea aquella, la de Sabinas estaba muy lejos… hoy, en verdad, parece ser que por este rumbo, una gran parte de vecinos de Sabinas Hidalgo se ha cambiado a San Nicolás.
s.f.
