Celso Garza Guajardo

La casa del Padre Castañeda

Los apuntes del cronista

Celso Garza GuajardoPor la otra subida a Bella Vista, la que estaba a la izquierda como barranco boludo de difícil acceso…subida que parecía caída… ahí estaba la casa.

La casa del Padre Castañeda… .

Se distinguía desde un lado y otro del río, por entre los montes, barrancos y solares adyacentes… se le veía desde todos lados y todos siempre decían: “Es la casa del Padre Castañeda”.

El sacerdote Don José Castañeda se hizo cargo de la Iglesia de San José en 1926, a raíz del fallecimiento del párroco Don José María Rodríguez, quien se había desempeñado en ese cargo desde 1892. el Padre Castañeda era originario de Saltillo y había sido profesor normalista antes de su ministerio religioso.

Al igual que el Padre Rodríguez, el Padre Castañeda arraigó en Sabinas Hidalgo por un largo período. Entre 1938 y 1940 construyó la casa en un alto del barrio de Bella Vista teniendo de por medio el río y los pequeños montecitos. Con la ayuda de nobles y pudientes feligreses, logró su necesario propósito. Don Federico Cantú, maestro contratista, llevó a cabo aquella edificación se sillares. Un joven carpintero de la época realizó la mayoría de las puertas y ventanas. La casa tenía un extenso patio cercado, cual huerta de árboles frutales y de hortalizas. Una noria daba vida a todo aquello, al igual que un ingenioso sistema de riego por canales descendientes que abarcaba toda la propiedad… a veces dos perros guardianes rondaban siempre tras las cercas… la verdad es que era el silencio el que alejaba de aquel lugar aún despoblado…en el contorno escasos transeúntes: alguien que pasaba al molino de nixtamal, un grupo de muchachos a lo lejos, jugando en el río y un rebaño de cabras entre los huizaches…

Hombre de cultura, el Padre Castañeda cumplió su ministerio con vocación y seriedad. Se marchó en 1952 y murió en la ciudad de Monterrey en 1957.

Nuestros padres y abuelos le recordaron siempre con sinceridad y con afecto…con nostalgia, con algo que nunca creí entender pero que siempre supe apreciar…

El Padre Castañeda vivió como verdadero cura de pueblo el drama de “Teíta”, Matea Castañeda, una de las integrantes de su familia, mujer ida de la realidad…”Teíta” se aparecía por aquí y por allá, por las calles y caminos, ingratamente le gritaban y ella también gritaba… un día, en las puertas de la Iglesia pronunció “¡Castañeda!” y aún sienten el drama quienes la vieron…

Cuando se fue el Padre Castañeda, quedaron de recuerdo las cuatro palmas de la Iglesia sembradas en 1928 y solitaria quedó también la casa de Bella Vista…al paso del tiempo, las palmeras se pusieron tristes, decayeron y un día de por marzo de 1985, fueron irremediablemente eliminadas… con el paso del tiempo también, las imágenes sobre el Padre Castañeda se han ido escabullendo en las sombras de los años… me lo figuro bajar por los escalones del barranco de Bella Vista, observando lo que fue su huerto, los naranjos que ya no existen, los canales sin agua, los perros que se fueron… ya no hay monte ni sombras, ni barrancos, ni solares, todo ha cambiado…el eco de los gritos de “Teíta” se ha perdido también…

Únicamente ha quedado la casa… la casa que fue del Padre Castañeda; en un lugar ahora por demás poblado y diferente.

23 de febrero de 1987.