¡Lluvia!
Bebe, la noble tierra, el transparente líquido que los cielos le ofrecen como beben mis ojos tú mirada, misteriosa e insinuante y mi emoción, bebe sedienta tus señales, verde luz permisiva a mis sueños que, en sus nidos, con timidez, se acunan. Insaciable, bebe la tierra, ayer seca, su entraña atesora la nutricia gota como atesoro tu palabra nueva y el calor que me otorgas y la luz que derramas sobre mis tristes, solitarias horas…