Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

“Los que merecen el bien de la patria”

Páginas Sueltas de la Historia de Sabinas

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

Es el hermoso título que el Profesor Francisco J. Montemayor le dio a un relato que en su libro Sabinas Hidalgo en la Tradición, Leyenda, Historia coloca en la página 128; como un homenaje a los Sabinenses que dieron su vida por la Patria, transcribo tan hermoso pasaje.

Profr. Santos Noé Rodríguez GarzaEs el hermoso título que el Profesor Francisco J. Montemayor le dio a un relato que en su libro Sabinas Hidalgo en la Tradición, Leyenda, Historia coloca en la página 128; como un homenaje a los Sabinenses que dieron su vida por la Patria, transcribo tan hermoso pasaje.

“En Sabinas murió, el año de 1921, un hombre cargado de años y de miserias que se mantuvo siempre digno; no tenía familia, vivía alojado con unos parientes lejanos; ganando a duras penas el pan de cada día; aquí en Sabinas había vivido y aquí también murió; resignado, como todo hombre que a nadie ha hecho mal: sin temer ni a la pobreza ni a la muerte. Llamábase Isidoro González; por cariño le llamábamos tío Lolo. En una función dramática que representaba la compañía del actor don Carlos Villalongín, allá por 1908, estando el tío Lolo como espectador, en el desarrollo de una escena que le recordase un pasaje de su vida, arrancó la pistola a un policía y pretendió suicidarse; lo hubiera logrado: no era el tío Lolo de los que les tiembla el pulso; mas el rápido movimiento de los que estaban cerca lograron evitarlo. Para los muchachos que tal observamos, aquello no pasó de un algo sin importancia, no estábamos capacitados para juzgar hechos de esta naturaleza. Pasaron muchos años; un día, ya de hombres, preguntamos al Maestro Margarito Martínez Leal el porqué había pretendido suicidarse el tío Lolo y nos contestó el Maestro: “Tío Lolo, muy joven, había contraído matrimonio y hubo que enlistarse como soldado con el general Francisco Naranjo: era uno de los mas jóvenes de la Brigada y su valiente jefe lo destinó a ser el abanderado, concurriendo a todas las acciones de guerra. En la batalla de Sta. Gertrudis, donde obtuviesen brillante triunfo las armas republicanas cuando se levantaba el campo y se hacía un recuento de los efectivos para ver quienes faltaban, como no apareciese el abanderado y no se contase entre los caídos, el general Naranjo montó en cólera pensando que se había desertado llevándose la bandera que había jurado defender. Ya la tropa se disponía a marcharse cuando apareció el abanderado y su jefe con gruesas palabras empezaba a reprenderlo, cuando tío Lolo le dijo: “señor general: cuando los austriacos avanzaban hacia mi puesto, hallándome yo desarmado y habiendo sucumbido la escolta de la Bandera hube de retirarme para no caer prisionero o que me mataran y perdiera mi Bandera…¿dónde está la Bandera? Preguntó el general; tío Lolo en rápido movimiento, se desabotonó la camisa:¡traía la Bandera envuelta en su cuerpo, cerca del corazón! y aquel jefe, que sabía apreciar el valor y la abnegación de sus soldados, vitoreó al joven abanderado y en el mismo momento le dio el grado de Sargento del Ejército Nacional” Y continuó el Maestro; a la caída del imperio regresó tío Lolo a Sabinas y se ¡halló en su pueblo con la desgracia mas infeliz que pueda sufrir un hombre honrado!… Volvió al Ejército, a servir a la única amada que le quedaba: ¡La Patria! Y regresó ya viejo, a morir en su pueblo; ¡sin tener ni solicitar jamás recompensa! ¡Los grandes amores requieren grandes sacrificios! Ese fue tío Lolo”.

Cuando militaba en las filas del Ejército de la Patria al pasar lista y oír nombrar: ¡SARGENTO ISIDORO GONZÁLEZ!, siempre contestó: ¡presente! Ahora nosotros, cuando escribimos esta Historia; porque fue digno de ello, desde estas páginas humildes contesta: ¡presente! El sargento Isidoro González.

Va por los hijos de Sabinas que siempre estuvieron atentos al llamado de la Patria.

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza Cronista
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo