Se concluyeron los trabajos de túnel y Don Santos desmontó su camioneta y empezó los arreglos para la instalación de una bomba de extracción de agua de gran capacidad; con un motor de gasolina de suficientes caballos de fuerza. El diámetro de la tubería que se requería era mayor y más pesada, por ello don Santos se valió de su Ford para que sostuviera y jalara los calabrotes, que con garruchas iban bajando los tubos.
Se concluyeron los trabajos de túnel y Don Santos desmontó su camioneta y empezó los arreglos para la instalación de una bomba de extracción de agua de gran capacidad; con un motor de gasolina de suficientes caballos de fuerza. El diámetro de la tubería que se requería era mayor y más pesada, por ello don Santos se valió de su Ford para que sostuviera y jalara los calabrotes, que con garruchas iban bajando los tubos.
Terminaba la instalación, y revisados todos los controles del motor, se puso a funcionar, y de inmediato, rodearon el área de trabajo las personas que laboraban en el rancho; el dueño de todo aquello: Don Manuel González procedió a jalar la palanca de liberación y la bomba arrojó el chorro cristalino del vital líquido que regaría las tierras de sembradío.
Todos se acercaron a felicitar a don Santos y a don Manuel; ya que el primero con su empeño, ingenio y trabajo, había logrado y hecho posible la construcción del túnel y la instalación del equipo; y el segundo con sus miras futuristas e ideas renovadoras, abría una fuente de trabajo para un gran número de personas.
Mataron una res y se repartieron varias botellas de mezcal, hicieron fiesta y todos compartieron con alegría aquel histórico momento.
Don Santos se subió a su Ford y se despidió de todos, se alejó con nostalgia llevando la satisfacción de haber contribuido al engrandecimiento de la rama agrícola y haber puesto su granito de arena en la evolución progresista del pueblo de México.
Se regresaba a su Sabinas querido, a sabiendas de que su trabajo era considerado un trabajo más; que no tendría más recompensa que la satisfacción de haber cumplido con lo que que se sabía hacer.
Continuará…
Profr. Santos Noé Rodríguez Garza