Dedicar la vida a la enseñanza es algo hermoso, pero dedicársela aún a costa de tu salud y bienestar es algo sublime.
Asistí invitado por el Colegio Kennedy a la ceremonia donde entregaban certificaciones a la XXV Generación de alumnos, que cursaron en sus aulas la matería de Inglés.
Me enteré de cómo ya hace veinticinco largos años el 20 de Octubre de 1981, inició en un cuarto largo, con cuarenta pupitres, la enseñanza del idioma inglés, se impartían clases a los alumnos de primer grado de 4 a 5 de la trade, segundo grado de 5 a 6 de la tarde, tercer grado de 6 a 7 de la tarde.
Los primeros responsables del Colegio fueron: Profesora María Elva Solís de Pérez como Directora,Profesor Antonio Pérez Solís como subdirector, y el Personal Docente lo componían las Profesoras Idania Martínez Morales y Rosa Margarita Durán.
Se desarrolló un hermoso programa donde los alumnos dieron cuenta de habilidades premiados por su trabajo y dedicación; la amable y gentil Maestra de Ceremonias con exquisita voz y delicados timbres explicó que los alumnos entre sí, se habían calificado dándose un mote por su forma de ser y poco a poco fueron nombrando a sus compañeros extendiéndoles un reconocimiento escrito.
En representación de la Autoridad Municial acudió el Señor Ramiro Garza, Oficial Mayor del Municipio, quien dirigió unas emotivas palabras.
Con una disertación brillante el Profesor Salvador Garza Inocencio ponderó el fruto del trabajo tenaz y comprometido que viene a llenar un vacío en la etapa cultural que el pueblo vive.
El Ciudadano Inspector de la Zona Escolar también participó aconsejando y felicitando a los alumnos por su graduación.
Se procedió a la entrega de la documentación donde cada alumno acompañado de su familia recibía un cálido homenaje y felicitación por su misión cumplida.
La directora del plantel recorrió todas las mesas para saludar a los padres y madres de familia y desearles suerte en el proceso educativo que sigue.
Con atelación el Profesor Antonio Pérez Solís agradeció la presencia de las personalidades invitadas y dejó ver el deseo de que los alumnos continúen superándose llevando el inglés al nivel superiror.
Al acudir a eventos de esta calidad se pondera la valía del trabajo del Maestro(a), ya que no se concreta a llenar el tiempo aula, sino que siembra con amor la semilla del conocimiento y refuta así el concepto ramplón que alguien pudiera tener de la labor del Magisterio.
Bienaventurada la Profesora María Elva Solís de Pérez que habiendo terminado su etapa de educadora oficial, sigue llevando conocimiento a la juventud pensante de nuestro pueblo.
A costa de su salud sigue incansable sembrando, siempre sembrando en su camino a la eternidad, que la Gloria de su oficio ya la tiene ganada.
Felicidades Maestra.
Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista
