Hace pocos meses se suscitó una controversia en la ciudad de Monterrey, con respecto a la edad en que los niños deberían ingresar a la primaria.
Y un padre de familia abre un juicio contra las autoridades educativas, porque a su hijo no se le permitía el ingreso a la escuela primaria; la autoridad señalaba que el niño aún no tenía los seis años cumplidos, y el padre de familia alegaba que su hijo ya había terminado el Jardín de Niños y que éste era el antecedente para la educación primaria. Al final de cuentas el niño ingresó a la escuela.
En la época de la que hablamos, de la cual ya han pasado muchos años, los maestros para calcular la edad al momento de matricular pedían a los niños que abrieran la boca para saber si ya habían "mudado", es decir, si ya se les habían caído los "dientes de leche".
El ingreso a la primaria, desde aquella época era a los seis años, pero a muchos niños les faltaban varios meses para cumplirlos y a pesar de lo anterior entraban a la escuela.
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.