Dicen que hace tiempo un viajero se encontró a un hombr montado en una mula, mientas que su esposa caminaba atrás de él.
Y el viajero le preguntó ¿Por qué no va montada su esposa? el hombre le contestó: Es que ella no tiene mula.
Tal vez aquel hombre haya pensado para sus adentros, es verdaderamente una pena que mi esposa tenga que caminar, pero desgraciadamente ella no tiene mula.
En múltiples ocasiones dejamos de ayudar a aquellos necesitados carentes de las cosas que nosotros tenemos en abundancia, aunque sintamos lástima por ellos.
Les expresamos nuestra simpatía, pero no hacemos absolutamente nada por ayudarlos.
Y mientras tanto allí están al alcance de la mano los medios con los cuales podría aliviar su carga. Sin importar creencias religiosas y sin importar los colores partidarios, hoy debemos ayudar a quien nos necesita, no dándole un pescado para que coma, sino enseñándole a pescar.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.