Profr.CelsoGarzaGuajardo

Celso Garza Guajardo

Personajes ilustres

Militancia partidista

Después de aquella experiencia en su natal Sabinas Hidalgo, dada su destacada participación, en el año siguiente 1964, fue llamado por la dirigencia nacional del Partido Comunista Mexicano a la capital del país para formar parte de la misma, ésto representó entrar de lleno en la lucha social, abandonando, por supuesto, su quehacer docente en la escuela primaria. Su ausencia de la casa causó enorme tristeza a sus padres y hermanos al no resignarse por la distancia enorme donde radicaba aquel ser tan apreciado y querido, aunque ello le permitió al joven Celso, ampliar su lucha clandestina, lo que constituía a la vez su propia formación. "Yo era el miembro más joven del Comité del Partido Comunista desde que tenía 23 años, mientras que Siqueiros era el más viejo, tenía 73".

De gran relevancia fueron sus acciones políticas en el Movimiento de Liberación Nacional, la Defensa de los Presos Políticos, la Conferencia de Estudiantes Democráticos en 1963 y formación de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos C.E.N.E.D. en 1966.

"Celso estaba allí al frente -relata su hermano Gustavo- en el presidium, hablando, proponiendo, dirigiendo, siempre brillante".

Posteriormente consiguió una beca del gobierno de la Unión Soviética, por un período de 5 años, de esa manera se le presentó la dorada oportunidad de conocer "más allá de los cerros y del horizonte". En este tiempo la Unión Soviética desafiaba el poderío de los Estados Unidos debido a la crisis de los misiles en Cuba, por ello sus padres le negaron el permiso para viajar. A los pocos días recibirían una carta de su hijo en la que les pedía perdón porque ya se encontraba en Toronto, Canadá, camino a Rusia, ésto significaba que había conseguido con ayuda del P.C.M., su tan deseado viaje, Como una prueba de que había llegado por vez primera a Rusia, al poco tiempo envió a sus padres una carta acompañada de una fotografía en la que aparecía al lado del primer astronauta Yuri Gagarín. En esta misiva le decía a su padre que cuidara mucho a su madre quien seguramente lo extrañaba demasiado. A partir de este viaje al extranjero se convirtió en un trotamundos que recorrió Europa, América Latina, África y Asia, lo mismo se le veía en Berlín, en Sofía, en Belgrado, en Marruecos, en Argelia o en España. De La Habana, Cuba; viajaba muy frecuentemente a Moscú y viceversa; en ocasiones regresaba a su pueblo de "entrada por salida" casi clandestinamente, llevando algunos presentes a su familia, acompañados de bellas crónicas de los lugares donde los había comprado. "Yo atribuyo mucho de su acervo cultural a las intensas vivencias en los países que recorrió", comenta Delgado Moya.

La situación el Profr. Celso, dió un vuelco total en 1968, por varias razones, entre ellas el conflicto del P.C.M. con el liderazgo mundial por ser el único en apoyar la Primavera de Praga. Otra de las razones fue su participación activa en el movimiento estudiantil de la U.N.A.M., haciéndolo de manera destacada por medio del Primer Seminario para la Reforma Democrática de la Enseñanza, a causa de ésto debió permanecer escondido al pesar sobre él, orden de aprehensión en su contra. Al concluir el movimiento estudiantil en la matanza el Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, pudo escapar milagrosamente y por un tiempo permaneció refugiado en Guanajuato.

Pasado algunos meses, regresó a la ciudad de México y es allí donde conoce a la que sería su esposa, una joven normalista originaria de Ensenada, Baja California, de nombre Teresa de Jesús Acuña, muchacha valiente e inteligente de ideas socialistas. En el mes de junio de 1969, la boda se realizó, recordando su hermano Gustavo que "el regocijo fue total". en medio de penurias y bajo riesgos, la pareja radicó por un tiempo en la capital del país. De aquella generación, muchos perdieron la vida como fue el caso de Raúl Ramos Zavala, quien le insistió mucho para que se fuera con ellos por la vía armada "pero ya estaba claro que por allí no era", comenta Celso.

A partir de ese momento, Celso fue más cauteloso en su participación política y activista, pues pensaba en su hogar recientemente formado, coincidiendo con la situación crítica generada dentro del Partido Comunista el cual se proponía liquidar a la Juventud Comunista por problemas de dirección. Dadas estas circunstancias, prácticamente sus actividades partidistas son demasiado escasas al retirarse y dedicarse más a su vida privada.