Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño Villarreal

Sabinerías

Sabinerías

Profr. y Lic. Héctor Jaime Treviño VillarrealRío Sabinas

En un memorial con fecha del 17 de agosto de 1826, enviado por el ayuntamiento sabinense al Gobierno del Estado y firmado por el alcalde don José Gregorio de la Ibarra, defensor de la pobrería local, se describe al río Sabinas de la siguiente manera:

"A más de este dicho Ojo de Agua, baja de Villaldama, un río que es continuo en avenidas, con lo que abundan en exceso y reunido este río en el Ojo de Agua, forman un hermosos y saludable río y alegre por la mucha palizada de que abunda como sabinos, nogales, álamos, anacuas, moras, encinos, ébanos, olmos y demás árboles frondosos.

Dicha agua es delgada, muy clara, de suerte que se ven los peces que andan en las profundidades de los piélagos y de consiguiente muy sana.

Abunda el río que se forma para abajo, en toda clase de pescado y anguilas que hasta de cinco cuartas crecen, de un grueso más que regular y de un gusto admirable".

Explican los integrantes del cabildo, la forma en que se distribuye el agua entre las haciendas y los vecinos, además describe la producción agrícola y ganadera de esa época.

Gran respeto le tenían nuestros antepasados tanto al río, como al Ojo de Agua, los cuidaban y no permitían que malos sabinenses o fuereños destrozaran o  quemaran los árboles y no se permitía tirar basura en su entorno.

Siempre estaban atentos a las fuertes avenidas, pues tenían pleno conocimiento de su demoledora fuerza; son acciones dignas de reflexión para las actuales generaciones.

Loable proyecto

El distinguido atleta Profr. Benito López Valadez, quien tiene merecido lugar en la historia deportiva de Sabinas Hidalgo, lanzó el proyecto de colocar una placa de reconocimiento a otro brillante deportista local: Miguel González, quien cruzara el Canal de la Mancha a nado, excelente alpinista, en fin, un deportista completo.

La placa se pondría en los Tres Picos,  lugar muy adecuado para rendirle homenaje a González. Hoy el Profe Benito ya no está con nosotros, por lo que la deuda está en pie, además deberá colocarse otra placa para el máximo atleta sabinense. Por lo pronto, nos pondremos a darle duro al ejercicio para poder subir a la máxima altura de Sabinas, para cumplir con esa  noble y doble misión.

Mámocles

Después de hacer sus diarias meditaciones en La Ermita, Mámocles, el filósofo sabinense, se dispuso a recorrer la ciudad en compañía del gringo Joe Smith, a quien tuvo que atender por encargo de los paisanos radicados en Detroit, Michigan.

Iban en el destartalado carro de Mámocles, cuando el gringo en su español mocho, comenzó a echar habladas: en Nueva York, dijo apantallando, hacen un edificio de 20 pisos en una semana; en ese momento pasaban por los viejos molinos construidos por don Manuel M García y el gringo pregunta:¿Qué edificio ser ese?

Mámocles le contesta, pues no se, porque en la mañana cuando pasé, todavía no lo empezaban a construir; el gringo se quedó con los ojos cuadrados y la boca abierta.