Cuando cursábamos el sexto año de primaria con el Profr. Miguel Guadiana Villarreal, llegó a clases un joven que venía de Tamaulipas, su familia volvía a radicar en Sabinas, era muy perspicaz, colector de lecturas y muy inteligente, por un tiempo no supe de él.
Nos volvimos a encontrar en las Juventudes Priistas y junto con Arturo Solís Montemayor recorrimos la comarca visitando los municipios del Sexto Distrito local impulsando las actividades deportivas y artísticas para que la muchachada encausara su vida por el camino del bien.
Se fue al extranjero hizo ahorros y volvió para inaugurar una Mueblería; como tenía la corresponsalía del periódico “El Porvenir” me tocó enviar fotografías que daban testimonio del gran evento.
Ruimos aprendices en la Logia “Obreros de la Luz No 32” y competimos en un Concurso de Oratoria que auspiciaba la Gran Logia del Estado de Nuevo León (Pablo se trajo el 3er lugar, yo el 2º) en las ceremonias cívicas y en los actos políticos de los cincuentas y sesentas del siglo anterior, estuvimos siempre presentes; me lo decía siempre que nos encontrábamos en algún lugar:.¡En Sabinas, nomás tú y yo, tenemos el mazo de oro, que nos dieron a las juventudes Revolucionarias y Rangelistas!
El deseo de ayudar a los necesitados lo llevó a formar la Colonia Pablo de los Santos, a construir un mercado donde las mercancías se vendían muy baratas, construyó una pista de baile para que el pueblo se divirtiera con poco dinero; se lanzó como candidato a la Alcaldía de Sabinas pero los poderosos no lo dejaron llegar; su bella esposa la Sra. Martha González tomó su lugar en la contienda y teniendo muchos seguidores en las urnas el voto se desvió; él no cedió en su empeño y siguió trabajando con mucho ahínco se fue a Coahuila y triunfó en los negocios y volvió para conquistar una curul y se convirtió en Diputado Local, escribió varios libros y encausó junto con su esposa a la familia por el camino del trabajo y el bien; su hija Martha ha seguido sus pasos y estoy seguro alcanzará la meta a la que su padre aspiró.
Al llegar al final del camino deja tras de sí, una vida de lucha social constante, una grave enfermedad lo detuvo en su inquieto caminar y soportando con estoicismo la enfermedad se va de nuestro lado; cumplió como un gran mexicano con sus obligaciones con la Patria y cumplió con la máxima de: tuvo hijos, plantó muchos árboles y escribió el más hermoso de los libros “Su vida sirviendo al pueblo” descanse en paz un Gran Líder y un fraternal amigo PABLO DE LOS SANTOS GARZA.
Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo