Nació de la inspiración de un romántico, de alguien que había sufrido los sinsabores de la vida, que no alcanzó a conocer a su padre, pero con el amor de su madre y el cobijo de la familia, pudo desarrollarse como un ser humano extraordinario.
Vino al mundo en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, un día 9 de agosto de 1903, en una casita ubicada en el cruce de las calles Jiménez y Gral. Treviño (hoy Antonio Solís): sus padres originarios de pueblos hermanos: Don Guadalupe Villarreal de Villaldama, Nuevo León y la Sra. Porfiria Lozano de Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
Formaba parte de una numerosa familia compuesta por siete hombres y dos mujeres, habiendo sido el menor; ellos eran: Jesús, Antonio, Francisca, Guadalupe, Alberto, José, Miguel, María y Armando.
Habiéndose quedado sin la guía y el sustento del padre, la familia tomó la decisión de trasladarse al Mineral de las Esperanzas, Coahuila, donde los hermanos mayores tenían posibilidades de triunfar ya que había muchas y diferentes fuentes de trabajo; en esa época Armando contaba con cinco años de edad.
En ese entonces a diario escuchaba a su cuñado Manuel Calvillo, egresado del Conservatorio Nacional, hacer sus ejercicios musicales en el violín.
Cuenta su hija María del Rosario Villarreal Salazar que en 1908, una noche mientras que su familia se encontraba cenando, Armando entró a la habitación de su cuñado, tomó el violín y empezó a tocar la primera parte de un vals que en esos años andaba de moda y que se llamaba “La Noche”.
La familia se sorprendió de gran manera al darse cuenta de que el que tocaba era Armando, quien salió huyendo del lugar creyendo que se le iba a castigar.
Después de aquel acontecimiento se le pudo comprar un violín y su cuñado se encargó a darle clases de música, ya para entonces contaba con nueve años de edad.
Las necesidades del trabajo hicieron que la familia se trasladara a la ciudad de Múzquiz, Coahuila, donde continuó sus estudios hasta terminar la carrera de Maestro Normalista.
Tomó clases de música con el maestro Alfredo M. Garza también oriundo de Sabinas Hidalgo, teoría musical, solfeo y piano con los maestros: Jesús María Borrego, Francisco Leyva y María Fuentes.
A los catorce años sintió inclinación por la composición, a esa edad escribió sus primeras obras, algunas son: La Cascada, Amor con amor se paga, Caricias y Besos, Cuquita, La Reina del Baile etc. etc.
Mediante un texto francés de instrumentación traducido al español, conoció el diapasón y la tesitura de varios instrumentos musicales, tales como: la flauta, el clarinete, la trompeta, el trombón, el bajosexto y el contrabajo y con algunos conocimientos de armonía que le impartió el Maestro Julián Carrillo, comenzó a instrumentar sus composiciones. Formó una pequeña orquesta con elementos profesionales que tocaban estos instrumentos, no obstante ser mayores que él, lo nombraron Director.
Armando se trasladó con su familia a Piedra Negras, Coahuila, donde radicó un tiempo. Allí se encontraba ocasionalmente su maestro Alfredo M. Garza y se incorporó a la orquesta, que en aquel lugar había formado don Alfredo.
En Piedras Negras dio a conocer las marchas de su creación: Jesús Carranza y Ejército Constitucionalista.
Continuará.
Prof. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo