Con su carácter siempre jovial y su mente amplia recuerda a sus compañeros, tal vez con un dejo de tristeza, por todos aquellos que ya partieron. Y en la plática trajimos a colación los lugares en que estuvo ubicada la Oficina de Correos.
Con su carácter siempre jovial y su mente amplia recuerda a sus compañeros, tal vez con un dejo de tristeza, por todos aquellos que ya partieron. Y en la plática trajimos a colación los lugares en que estuvo ubicada la Oficina de Correos. Recordamos aquel enorme mueble de madera color negro con varias ventanillas ubicado en Hidalgo y Porfirio Díaz en su esquina noreste; allí estaban prestos a brindar sus servicios los empleados postales, en aquel enorme mueble de madera se podía observa una pequeña hendidura por donde los usuarios deslizaban sus cartas y frente a esta oficina en la banqueta un enorme buzón de hierro forjado en color rojo.
Allá por el año de mil novecientos setenta y dos la Oficina de Correos se ubica en el cruzamiento de las calles de Iturbide y Mina, donde hoy solo queda el espacio de lo que fue aquella antigua y hermosa casa, posteriormente se ubica en Juárez y Mina, cambia de domicilio nuevamente a l acalle Hidalgo entre Zaragoza y Capitán Espinosa, luego a Zaragoza y Allende. Don Efraín Lozano Guajardo era el Administrador en aquella época y junto a él laboraban José Soto, José Cruz, posteriormente Héctor Saldaña, Jesús Flores, Juan García Cavazos y otros más que aún siguen dando su mejor esfuerzo y a quienes reconocemos su entrega. Hasta hace poco tiempo también laboraba en este Centro de Trabajo llamado “Correos” Juan Ibarra Velázquez quien se retira después de más de treinta años de labores ininterrumpidas.