El inicio de clases era el dos de septiembre, tal vez usted lo recuerde y era el día dos porque le Presidente de la República en turno daba su informe de Gobierno el día primero y el día primero era considerado como “Día del Informe”…
El inicio de clases era el dos de septiembre, tal vez usted lo recuerde y era el día dos porque le Presidente de la República en turno daba su informe de Gobierno el día primero y el día primero era considerado como “Día del Informe”, en ese entonces el informe era largo, muy largo, duraba varias horas, a veces las cámaras tomaban a legisladores dormidos, en el informe sobresalía el carácter protagónico de quien lo presentaba, no había interpelaciones, aunque recordamos una al Presidente López Portillo cuando la nacionalización de la Banca; se escuchaba la voz del mandatario y después el mensaje de quien en representación de los legisladores contestaba.
Un carro descubierto, con la bandera de México en el cofre, el Presidente de la República, los guardias, suspensión de actividades, el pueblo abarrotaba las principales avenidas para ver pasar al presidente en turno, millones de papeles multicolores surcaban el espacio semejando una gran lluvia, después un gran desfile militar.
Ayer el respeto por el recinto legislativo era grande, hoy hay broncas, tomas de tribuna, retraso de actividades y hasta la entrada de caballos al Congreso; pero también hoy están los celulares, las laptops, el voto electrónico, y un Congreso renovado en el que México confía una vez más y espera nuevas y benéficas expectativas en todos los órdenes.
Pero así está el mundo y éstas son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.
Garza Inocencio