Tenemos cinco sentidos y alguien dice que las mujeres tienen seis.
Pero a veces no los utilizamos en forma adecuada, por ejemplo a veces decimos lo que creemos y no lo que en realidad es. Hablamos, vemos, oímos y decimos lo que nos conviene.
A veces nos preocupamos únicamente por las cosas de nuestro mundo y olvidamos el pensamiento y el criterio de los demás.
La verdad no es patrimonio exclusivo de alguien; la verdad es universal.
Un ciego valiéndose de su bastón, dobló lentamente una esquina y un joven que venía en dirección opuesta, dio vuelta bruscamente en la esquina y tropezó con el ciego, cayendo ambos a la banqueta.
El joven le gritó al hombre ciego ¿Porqué no ve por dónde va? Y el hombre ciego respondió amablemente. ¿Por qué no va por dónde ve?
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.