Había un Jardín de Niños, un Jardín de Niños ubicado por la calle Juárez entre Victoria y Bravo y en ese Jardín de Niños conocimos a la maestra María de los Ángeles Garza Sandoval, quien en forma por demás brillante acompañaba al piano las rondas y los bailables que debían aprender y ejecutar aquellos pequeños alumnos que a este lugar asistían.
También recordamos en el piano, interpretando música sacra en el Templo de “San José” a Ramiro Samaniego. El piano un instrumento que pos sus sonidos traspasa el tiempo y el espacio.
Además de la maestra Sandoval y de Ramiro Samaniego, viene a nuestra memoria Horacio R. González Valle como pianista en el Jardín de Niños “Club de Leones” del Barrio de Sonora.
Justo es reconocer también la valía de Roberto de los Santos, aquel insigne pianista de la calle Guerrero; y que fue pianista extraordinario a los ocho años y concertista un poco tiempo después, fue su protectora Doña María Teresa Montoya, Roberto de los Santos pudo convivir con grandes personajes de la música de Monterrey y de la Ciudad de México.
Va nuestro reconocimiento a todos los grandes pianistas del pueblo.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.