Francisco J. Echazarreta

La Educación Primaria (Remembranzas)

Lo que el tiempo se llevó

Francisco J. Echazarreta

La Secretaria de Educación Pública tiene establecido cerrar el periodo de primaria, de los seis (6) años cumplidos a primer año, hasta los doce (12) años, que es cuando ya se esta en sexto. Seis años que, cuando se tiene esta edad se nos quedan grabados. Una serie de eventos más comunes a los que éramos sujetos durante esos años, muchos ya han caído en desuso, por el progreso y la evolución en la educación.

Francisco J. EchazarretaLa Secretaria de Educación Pública tiene establecido cerrar el periodo de primaria, de los seis (6) años cumplidos a primer año, hasta los doce (12) años, que es cuando ya se esta en sexto. Seis años que, cuando se tiene esta edad se nos quedan grabados. Una serie de eventos más comunes a los que éramos sujetos durante esos años, muchos ya han caído en desuso, por el progreso y la evolución en la educación.

Las primeras lecciones para poder aprender a leer… un cuaderno cuyas pastas tenían impreso el Obispado y las planas llenas de rueditas y palitos, en primer año, luego él ovalo y la lluvia, después el alfabeto y sus vocales.

Mamá, Mamá,
Amo, Loma, Lima
Mi Mamá Me Mima.

Por Años se llevaron    los mismos libros de lectura, los cuales habría que comprar o usar el de tu hermanito mayor que había dejado, o comprarlo usado, uno que se llamaba ¡DESPERTAR! Otro era… POCO A POCO…  en las pastas, un niño subiendo unas escaleras o un árbol…!SUPERATE! era otro, despues el de 4to.Año SABER LEER, el de Quinto ADELANTE y el de 6o Año JUVENTUD de Edmundo De Odmis.

Eran tiempos en los que se asistía de día y de tarde, descalzos algunos, años mas delante el Gobierno implementa los desayunos escolares (1960) Chocolate y galletas. Además en algunas escuelas se recurrían a asignar, a partir de cuarto año la venta de dulces y golosinas en el recreo, de tal modo que, al menos una vez en el año te dejaban sin el recreo por estar vendiendo dulces.

La maestra se salía que porque tenia una junta y ponía a cuidar a la más aplicada o alguien más grande.

“Me apuntas al o la que sé este portando mal”

Y te dejaban un trabajo, que pronto lo acababas y te ponías a jugar con el compañero de a lado “al gato” o a “los puntitos”, se colocaban en una hoja limpia una serie de puntitos, los cuales había que cuadricular, y el que llenaba por cuatro lados con líneas le ponía la primera letra de su nombre. Las niñas algunas se entretenían jugando a los “Jaques”.

Con nosotros había otros más violentos. en la repisa se colocaba el lápiz del compañero, y darle un “canco” con la punta de tu lápiz, luego el seguía, terminando con los lápices destrozados…

Tengo presente dos fábulas, que debieron de haber estado entre los libros de tercero o cuarto año.

Una refiere a la de un par de científicos que deciden ir al campo, a observar las estrellas, y se alojan en una casa de una hacienda, le piden a una persona de la localidad que les ayude a acomodar sus cosas, para observar las estrellas esa noche, el ranchero se negó a ayudarles, aduciendo de que esta noche no porque va a llover, como le contestan los científicos si es una noche  bella, llena de estrellas, y el hombre de campo respondió..

Esta tarde el burro se talló el lomo en aquel árbol
Y cuando hace eso… es que va a llover.

Luego la lección decía que más noche, se vino un aguacero, impidiendo trabajar a los científicos. La imaginación te transportaba a la de cómo un burro, sabia mas que unos científicos…

¿Cómo?

Otra fábula era la de un niño aseador de calzado (Bolero), que tenia un perrito de mascota, este se instalaba en una esquina, y el perrito aprovechando de los charcos y lodo de la calle, con sus patas ensucia o mancha los zapatos de los transeúntes, dándole de esta manera trabajo al bolero, su amo. Y otra vez la fábula te ponía a “pensar” que como recurriendo a “mañas” te podías hacer de clientes.

¿Cómo?

¡Vaya educación la que recibíamos! Será tal vez por eso que…

Estamos, como estamos