Después de la Asamblea Nacional del Partido Acción Nacional, se consolidó el liderazgo del Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa al frente de los albiazules, mientras que Manuel Espino el dirigente nacional fue apaleado en la votación para elegir a los consejeros nacionales.
Espino concluirá su periodo en marzo de 2008, pero lo mejor sería retirarse, negociar alguna posición secundaria en el gobierno federal, antes de verse rebasado y humillado en los meses siguientes al enfrentar las elecciones estatales por venir, donde el panismo podrá ser derrotado y el fracaso colgará de sus alforjas.
Manuelito subestimó a los operadores políticos de Calderón, construyó su ilusorio castillo en las ruinas del foxismo y no tuvo la visión, ni la claridad política para ver más allá, en fin le ganó la terquedad y la sinrazón muy propia de muchos panistas, que hasta no topar en pared y darse el frentazo recapacitan.
Las heridas producto de la polarización entre calderonistas y espinistas no cerrarán fácil y para éstos lo mejor es bajar su perfil, ponerse a trabajar, reordenar sus ideas, recomponer su andamiaje político y emprender el vuelo sin lastres, léase Espino, Fox o Abascal.
De los panistas nuevoleoneses, quienes regresaron con la cara de satisfacción y triunfo fueron los integrantes del Grupo San Nicolás, si bien, no obtuvieron todo el pastel que pretendían, su inteligencia, capacidad de maniobra política y su facilidad para estrechar nexos con sus congéneres del resto del país, les permitió ser de los ganadores.
Las continuas reuniones de estos nicolaítas donde se analiza, opina, discute, concensa, cuestiona, para luego tomar las decisiones que más les convenga como grupo, los ha llevado a consolidarse y hacer ver a propios y extraños que su proyecto marcha por el camino correcto.
Otro aspecto favorable al Grupo San Nicolás es su juventud, sin dejar a un lado las enseñanzas y orientaciones de varios "viejorrones" de la política.
El haber logrado en la elección del Consejo Nacional el lugar número 18 para Josefina Villarreal de las gentes de confianza del alcalde Zeferino Salgado Almaguer, es un triunfo en toda la línea, ahora sigue repensar el futuro, tener buena actuación en el presente, porque la sufrida comunidad nicolaíta sobre todo la del voto duro panista que vive en los alrededores de la construcción del Tren Ligero, mal llamado Metro, está a punto de explotar con tanto bache, calles disparejas, polvo y ruido.
¡Enhorabuena por el Grupo San Nicolás y no queda de otra más que apretarle las tuercas a Nati, para que cumpla lo prometido a cambio de la construcción del Metro!