Diez años después de la promulgación de la Constitución de 1917, las condiciones generales del país eran muy diferentes a las que mostró durante el régimen porfirista, el progreso y los avances propuestos por la revolución mexicana, eran visibles, aunque en algunos aspectos se marchaba pasos lentos.
Cada vez era mayor la participación de los obreros en la vida económica y política del país, así como la organización de las masas campesinas a quiénes se debía el triunfo contra la dictadura. Los ajustes y reajustes en la nueva geometría del poder, dieron lugar al nacimiento de diversas organizaciones políticas que con el nombre de clubes, asociaciones o partidos, participaron en las cuestiones electorales.
En el año de 1929, la toma de conciencia de las clases oprimidas dio como resultado su activismo en las tareas políticas, avaladas por la integración en confederaciones o bloques: Nuevo León no estuvo exento de esta actividad y así el 20 de marzo de 1929, surge el BLOQUE OBRERO Y CAMPESINO de tendencia izquierdista, cuyo Presidente fue Miguel Triana y su Secretario General Pedro Jiménez. En Sabinas Hidalgo es hasta el 20 de mayo de 1933, cuando se establece con el propósito de participar en las elecciones, tanto de alcalde como de otros puestos de elección popular.
Después de dar a conocer los postulados del Bloque y el programa de acción con la consabida discusión, se eligió el comité directivo de este grupo político de la localidad, integrándose con las siguientes personas: presidente: Exiquio Garza Urrutia, secretario: Apolonio Frías, tesorero: Apolinar Guadiana, vocales: Agustín Guadiana, Pedro R. Ávila y Antonio Rodríguez.
El distintivo del Bloque Obrero y Campesino fue un círculo rojo en fondo blanco con la inscripción de “Obreros y Campesinos, Uníos” que fue su lema y en el centro el dibujo de un yunque teniendo encima cruzadas una hoz y un martillo, con el nombre en el yunque, todo en color rojo, fondo y letras blancas.
Aprobaron lanzar como candidatos a diputados locales a Margarito González como propietario y suplente a Andrés Guadiana e hicieron un llamado a “todos los ciudadanos concientes que tengan deseos sinceros de militar firmemente en las filas de este organismo electoral de los trabajadores”.
Las reuniones las celebraron regularmente todos los sábados y entre los miembros, aparte de los ya mencionados, se encontraban: Carlos Kicherner, Manuel Mascorro, Eustacio Miranda, Rito Mascorro, Felipe Flores, Ricardo Flores, Francisco Garza Ramón, Manuel, Alfredo y Bernando Garza, Roberto Durán, Gumersindo, Francisco, Margarito, Alberto y Vicente Mascorro, Juan Cervantes, Refugio y Miguel Frías, Agustín, Lucas y Guadalupe Garza, entre los 112 firmantes del acta constitutiva, lo que nos da una idea de la inquietud política en nuestro pueblo.
Ahora se habla de modernidad política y de transición a la democracia, hay que tomar el ejemplo de aquéllos que lucharon por mejorar las condiciones de vida del obrero y campesino, además exigir a los diversos grupos y partidos políticos de nuestro pueblo, no actúen solo en época de elecciones, sino que su actividad trascienda a la comunidad y se combata al fantasma del abstencionismo.
