Dr. José Hilario Vázquez González

Entrevista al Dr. José Hilario Vázquez

Editoriales
Dr. José Hilario Vázquez González

Dr. José Hilario Vázquez González

Platicar con personas que han llegado muy alto en su profesión será siempre un privilegio y es doblemente cuando se han forjado a base de mucho sacrificio.

Sandra Abrego entrevistando al Dr. José Hilario Vázquez

Sandra Nohemí Abrego entrevistando al Dr. José Hilario Vázquez.

Carlos Alberto Abrego, Ramón Abrego, José Hilario Vázquez de la Torre, César Fidel Vázquez González y Dr. José Hilario Vázquez González

Carlos Alberto Abrego, Ramón Abrego, José Hilario Vázquez de la Torre, César Fidel Vázquez González y Dr. José Hilario Vázquez González.

En días pasados, el 19 de diciembre para ser exactos, nos visitó el Dr. José Hilario Vázquez González en el parque Profr. Daniel Guadiana donde nos narró las intenciones de levantar a la medida de sus posibilidades a la Liga Pequeña Sabinas Hidalgo, de donde es egresado.

La charla fue larga y muy amena y sobre todo muy bien intencionado su proyecto que posteriormente lo puso a consideración en una asamblea celebrada en la oficina de la Liga donde compartió el pan y la sal después de la junta.

Él propuso cooperar con un día de trabajo a todos los egresados del circuito infantil local, lo que sería menos de la mitad del uno por ciento del salario anual, lo anterior ya lo había planeado con su hermano César quedando de acuerdo incluyendo otros primos de ellos.

Layín, para sus amigos de Sabinas Hidalgo, en su entrevista para Sabinas Hidalgo .net, comentó que se fue a los Estados Unidos con 17 años de edad recién cumplidos, despues de haber cursado sus estudios primarios en la Escuela Enrique Lozano, la secundaria en la Escuela Gral. Ignacio de Maya, el bachillerato lo curso en las noches en la Preparatoria No. 5 de la UANL, destacando que ahí fue su maestro el Profr. Abraham Villarreal.

Cursó un semestre de Ingeniería Civil en Monterrey, pero en esa época su papá se acababa de ir a trabajar a Houston y él lo siguió, una familia de aquella ciudad texana le preguntaron por qué se iba a regresar a México, a lo que les respondió cuál era su plan original.

Consistía en trabajar un año y regresarse a continuar sus estudios en septiembre del siguiente año, 1984, a lo que ellos le comentaron que por qué no estudiaba allá, y la respuesta fue por motivos económicos.

Le dijeron que si él trabajaba ciertas horas con ellos, le tramitarían la visa, dirían que lo estaban apoyando, por si no le querían dar el permiso; no va a ser gratis, pero trabajando ciertas horas lo apoyarían. Le tocó suerte, se puso a estudiar y ya no regresó permanentemente desde entonces.

A los 8 años comenzó a jugar oficialmente en la Liga Pequeña, jugando con los de 11 y 12 años pues en esa época no existían en la organización local categorías pee wee ni moyote, decían que la pee wee comenzó porque él estaba muy chico para jugar en la pequeña, y que la moyote comenzó porque César, su hermano, no podía jugar en la pee wee porque era menor.

Entre sus anécdotas mencionó que enía un maestro que vino de Laredo, que se llama Luis Otilio Mejía que vivía enfrente de su casa, organizó unos grupos de estudio en vacaciones, pero la cosa que más se acuerda del profesor es que fue el primero que le dijo que tenía aptitudes tan altas como para obtener un doctorado, Layín sabía que había maestría, pero no doctorado; y él recuerda que en ese entonces el pensó que quería llegar a eso, y 20 años después lo cumplió.

Uno de los compañeros de los que recuerda es Miguel Soto quien cuando jugaban en el torneo interno eran rivales, pero a algunos de los juegos no asistía por algunos compromisos y uno de ellos era la preparación para la competencia académica al final de la escuela primaria, él no sabía de qué se trataba, 2 días antes de la competencia, le avisaron que iría a representar a la escuela a una competencia, y resulta que fue a competir contra él, Miguel ganó y Layín quedó segundo, y en la competencia estatal, no sabe si Miguel quedó como primero, segundo o tercero, pero fue a conocer al presidente de la república; después se graduaron y fueron a los cursos de verano que daban en la Manuel M. García y Layín le ganó en el aprovechamiento acadçemico y en la preparatoria estuvieron juntos al igual que un semestre en Monterrey, pues él también es ingeniero civil.

Otra anécdota que recordó, pero dentro de la Liga Pequeña fue que cuando empezaban a jugar iban en la camioneta de mudanzas de Beto Jasso “La Rubia hermano de una persona que trabajaba con su papá, iban a Laredo, Anahuac, Monterrey, recuerda que de regreso cantaban corridos, los que sabían, una vez que iban a Laredo, iban comiendo aguacate y alguien tiró uno el cual se partió en tres partes, pero dijo Julio Guadiana “se partió en 3 mitades”, y todos le empezaron a hacer burla.

Hablando de su padre, José Hilario Vázquez de la Torre dice que se viene de San Antonio o desde donde esté especialmente para hacer algo (en la Liga Pequeña), cuando se organizó una función de teatro se vino desde Nueva Orleans especialmente para eso, tiene mucha dedicación, mucho amor, y eso es lo que se necesita, gente que esté apasionada, muchas personas dicen que es gente que está exageradamente involucrada, que están enfocados en una sola cosa, pero es lo que se necesita para provocar cambios, y no es lo mismo que estén 3 personas en esa condición a que estén 20 o 50 aunque con un menor grado de involucramiento, y en el caso de la Liga Pequeña, la ventaja es que es algo que ya se vivió, no es tratar de imitar lo que otros han conseguido sino que el ejemplo ya ha sido vivido en casa.