Vivir es muy hermoso, por eso cuando se nace es motivo de alegría.
Y no me refiero sólo a ese proceso de trasendencia única que la naturaleza con su perfección y su universo de fenómenos biológicos nos ha regalado, para ello no tengo palabras para describirlo, es un dilema, una maravilla, un milagro que ya parece natural por las miles de veces que se repite todos los días en el mundo.
A lo que voy es al inicio de una relación, un proyecto, un sistema de vida, al nacimiento de una esperanza de sobrevivencia, de hacer de esta casa, ciudad, estado o país algo habitable.
Hacer de nuestra gente algo recordable, el esfuerzo es lo de menos y si es digno de nuestros hijos o nietos de plano no tiene precio, porque nos da una categoría de irreemplazables, de seres humanos libres, animosos, razonables.
Para ello nos es muy grato recordarles que hemos invitado a varios personajes a expresar sus sentimientos, a exponer sus inquietudes, a compartir sus experiencias, gente con oficio y amor a las letras.
Poco a poco se han integrado con toda su muy respetable diversidad, amigos como el Profr. Salvador Garza Inocencio, Juan Manuel Montalvo Jasso, José Castellanos Maldonado, Lic. Felícitas Román Cruz, Profr. Abraham Villarreal Cervantes, Lic. Armando Ríos Leal, Profra. Indira Montemayor Gómez y hoy ha nacido en este medio una inagotable fuente de sabiduría, una pluma tan importante y valiosa como las anteriores que vendrá a enriquecer el acervo cultural de nuestro pueblo.
Ha respondido a la convocatoria el Profr. Santos Noé Rodríguez Garza, Cronista de la Ciudad, al que le damos con mucha alegría la más cordial de las bienvenidas.