Al santo de la paz y la alegría: San Francisco de Asís

De Solares y Resolanas

San Francisco es el patrono de Italia, pues dicen que es el más santo de los italianos y el más italiano de los santos. En la vida de los santos y mártires, sobresale la vivencia de Francisco, quien dejó todo para seguir el llamado de Dios. Cambió totalmente su vida, hasta encontrar la palabra de Dios que le llamaba y que continuamente interpelaba: “Señor, que quieras que haga”. Hasta que el crucificado se le hizo presente en la famosa cruz de San Damián y le dijo: “Ve Francisco y repara mi Iglesia que como ves está en ruinas”.

Francisco decidió predicar el Evangelio con el testimonio de la pobreza y de la alegría en un ambiente medieval en el cual las órdenes y congregaciones vivían preferentemente en sus conventos, cumpliendo la obligación moral de la oración y del trabajo. Por su testimonio y entrega apostólica, se hizo otro Cristo en la tierra. A tal grado que recibió los estigmas en manos y pies tal y como lo hizo Cristo en el martirio de la cruz. Por eso el pueblo italiano lo hizo santo antes de que el papa lo elevara a los altares.

Francisco es el hermano del universo. Es el santo en busca del ser humano y del sentido de la vida; la naturaleza y de todas las formas de vida que hay sobre la faz de la Tierra. El nació en 1182 en Asís, una comunidad perteneciente a la región de Umbría en el centro de la península italiana. Fueron sus padres Pedro Bernardone y de Pica. El jefe de familia era un próspero comerciante que mantenía nexos con Francia. Por eso cuando nació el niño le pusieron Francisco, que significa “el pequeño francés”. Desde su infancia manifestó un carácter jovial, alegre y propenso a los placeres de la vida. Tenían todo para vivían bien; pero no eran nobles en un ambiente en el que eso contaba y valía mucho. Una vez invitó a una joven noble llamada Clara para que lo siguiera y ella se negó. No estaba a su altura. Posteriormente Clara fue una de sus más fieles colaboradoras, a tal grado que fundó una congregación femenina bajo la regla franciscana.

En el año de 1202 estalló una guerra entre Asís y Perugia. Inmediatamente Francisco se enlistó y para ello adquirió la mejor armadura y el caballo existente para hacer frente a los enemigos de su tierra. Fue cuando vio a un militar que iba a la guerra sin lujos y decidió darle todo su equipo. En otra campaña militar, defendiendo la integridad de los territorios pontificios tuvo un sueño; era la voz que clamaba en medio de la noche y de su conciencia: “Francisco, a quien sigues, al amo o al siervo”. Francisco se levantó y contestó inmediatamente: “al amo”. Fue cuando comprendió que el papa sirve a Dios y no al revés. Con esa idea regresó al hogar paterno en Asís y le dio por predicar y anunciar el mensaje cristiano.

Primero repartió lo que tenía y luego hizo lo mismo con el patrimonio de su familia. Su padre ya fastidiado por la actitud de su hijo, lo llevó ante el obispo para que éste lo reprendiera y lo ayudara a enmendar el camino. Ahí Francisco tuvo la ocurrencia de quitarse todo lo que su padre le dio y se lo regresó, hasta quedar totalmente desnudo. Fue cuando recorrió las ciudades y los bosques hasta formar un grupo de seguidores y se atrevió llegar hasta Tierra Santa. Francisco murió el 3 de octubre de 1226. Apenas dos años después de su muerte, fue canonizado el 16 de julio de 1228.

Es el santo del cual se han escrito más obras y comentarios acerca de su vida y su legado. También se le considera el santo patrono de la paz, de la ecología y de los animales. Su cántico del Hermano Sol es el primero escrito en lengua italiana. Además es uno de los precursores del Renacimiento junto con Dante y Petrarca. Su testimonio y vida dieron origen a grandes obras de arte, poesía y drama.

Con sus seguidores creó una comunidad llamada la orden de los frailes menores. Y eligieron como distintivo el hábito color café, símbolo de la renuncia material y de la pobreza. Ellos usan el cordón franciscano con tres nudos, que representan la pobreza, la castidad y la obediencia. Y hacen votos de ello, para vivir con humildad y pobreza. Por ser una congregación de gran estima, hay franciscanos católicos, anglicanos, episcopales y luteranos. A los franciscanos les debemos las devociones al nacimiento de Cristo, cuando recreaban la Natividad del Señor. Para alabar al Mesías, cantaban los villancicos.

Sus discípulos pronto llegaron a Medio Oriente, China y la India. En el encuentro entre Europa y las consideradas Indias Occidentales, hubo franciscanos que participaron en los proyectos de evangelización y catequesis del nuevo mundo. De hecho, en el segundo viaje de Colón hubo un grupo de franciscanos. Se consideran a doce franciscanos como los padres de la fe en México. Ellos establecieron misiones y colegios de gran tradición en donde educaron a los nobles y macehuales indígenas. Trajeron la primera imprenta en 1539.

Los franciscanos fueron los únicos que apoyaron la evangelización en todos los reinos y provincias de la Nueva España. Fueron los primeros en llevar la fe a territorios del norte como California, Texas y Nuevo México. En California aun existen huellas de su obra, a través de una buena cantidad de misiones que ahora son grandes ciudades. De hecho a San Francisco se le considera el primer californiano. La ciudad de San Francisco se llama en su honor y Los Ángeles en honor a nuestra de los Ángeles de la Porciúncula, el templo en donde murió en Asís. El nombre completo de Santa Fe, Nuevo México es Santa Fe de San Francisco. Las montañas más altas de Arizona son llamadas de San Francisco y las principales misiones de Texas fueron establecidas por franciscanos, como las de Béjar, la Bahía del Espíritu Santo y Nacogdoches. Los franciscanos llevaron el mensaje cristiano a Coahuila, especialmente fray Juan de Larios, perteneciente a la provincia de Jalisco. Establecieron misiones en Monclova, Villa Unión y Guerrero. El patrono de la provincia de Nueva Extramadura o Coahuila fue ni más ni menos que San Francisco, quienes también llevaron la devoción de la virgen de Zapopan por el centro y norte del estado.

Los franciscanos establecieron los primeros conventos en Monterrey, Cadereyta y Cerralvo. Las misiones estuvieron bajo el amparo del colegio de la Santa Cruz de Querétaro y fray Antonio Margil de Jesús promovió las primeras misiones en Santa Catarina, Linares, Hualahuises, Boca de Leones, la Nueva Tlaxcala y Lampazos. Mina originalmente se llamó San Francisco de Cañas y Apodaca San Francisco. Los primeros obispos de la diócesis fueron franciscanos y casi todos los edificios coloniales y del siglo XIX, tienen como distintivo el cordón de San Francisco que decora algunos remates o bordes de los principales monumentos religiosos y civiles. Hoy en día, mantienen un convento, algunos templos y dos parroquias en San Pedro Garza García.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina