Dr. Antonio Guerrero Aguilar

Manuel Payno y su producción literaria del noreste

De Solares y Resolanas

Dr. Antonio Guerrero AguilarSe dice que Payno se introdujo al entonces departamento de Nuevo León, debido a la información que recibió respecto a la riqueza de una posible mina encontrada en el norte del Estado. Llegó a Laredo y de ahí siguió hacia el sur hasta ver al río Salado. Pasó por un rancho llamado los Cavazos, luego Sabinas, Boca de Leones (actual Villaldama) y luego por San Miguel de la Nueva Tlaxcala, para por último arribar a unas grutas en la Sierra del Carrizal y de ahí al Presidio y Misión de Nuestra Señora de los Dolores de la Punta de los Lampazos. Luego llegó al pueblo de San Miguel de la Nueva Tlaxcala, actual Bustamante, Nuevo León en donde encontró a una población abatida por el ataque de los llamados indios bárbaros, que por cierto interrumpieron una boda.


Después arribó a la Ciudad de Monterrey en donde permaneció poco tiempo de la cual hizo una descripción muy poética, (8) para finalmente regresar a Matamoros. También escribió sobre el rapto de una jovencitas que hicieron los bárbaros en Higueras, Nuevo León; sobre la costumbre de cazar caballos salvajes; de cómo vivían los soldados de las compañías presidiales y del fusilamiento de Iturbide y el suicidio de Manuel Mier y Terán en Padilla, Tamaulipas. Todas las narraciones fueron publicadas en el periódico El Siglo XIX y en el Museo Mexicano a partir de la década de 1840. Algunas de ellas aparecen en el libro Novelas Cortas, publicado por la editorial Porrúa en 1992 y la colección de las Obras Completas editadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Por consiguiente, ésta ponencia se basaría en la interpretación y análisis de sus escritos y narraciones que Manuel Payno realizó entre 1837 y 1844.

En 1938, el Dr. Malcolm D. McLean defendió su tesis de maestría sobre el contenido literario del periódico El Siglo Diez y Nueve. En la preparación de dicho estudio encontró una serie de artículos relacionados a la historia del noreste de México, bajo el título “El Río Bravo del Norte”. Más tarde se dio cuenta de que la colección más completa se hallaba en la Biblioteca del Museo Británico de Londres, de modo que la Universidad de Texas mandó hacer una micropelículas para su colección.

En 1963 la Universidad Católica de Texas compró unas copias positivas a la Universidad de Texas a las que tuvo acceso la Sra. Dolores C. A. Kins, haciendo una revisión de todas las crónicas que aparecieron en el Boletín Bibliográfico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, revista quincenal con temas culturales e históricos entre el 15 de enero al 15 de junio de 1970 en once entregas.

Tuve conocimiento de dichos artículos, durante una estancia en el Archivo General de la Nación en el verano de 1991. Pero me hice de unas fotocopias sobre la colección del Río Bravo hasta el invierno de 1993, mismas que obtuve en la Biblioteca Nati Lee Benson de la Universidad de Texas en Austin.

A fines de 1994 se hicieron mesas redondas en la Ciudad de México, con el fin de analizar los aportes de Manuel Payno a las letras mexicanas, consideradas como las más representativas del siglo XIX. Y afortunadamente, la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes inició en 1996 la publicación de al menos siete tomos de las obras completas de Manuel Payno. En éste caso, la colección de los trece artículos del Río Bravo del Norte, escritos entre 1842 y 1844, aparecen en el tomo V de las obras completas de nuestro escritor estudiado, compiladas por Boris Rosen Jélomer.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina