Mariano Jiménez fue uno de los principales líderes de la revolución encabezada por Hidalgo y Allende. Había nacido en 1781 en San Luis Potosí.
Mariano Jiménez fue uno de los principales líderes de la revolución encabezada por Hidalgo y Allende. Había nacido en 1781 en San Luis Potosí. Se graduó como ingeniero en el Colegio de Minería y se asentó en Guanajuato en donde se casó con Mariana Ayala. En 1810 se sumó a los contingentes independentistas con el grado de coronel y luego como general. Se distinguió notablemente en la batalla del Monte de las Cruces. Fue comisionado por Hidalgo para que hiciera campaña en el norte del virreinato.
El 7 de enero de 1811 derrotó en Agua Nueva a las fuerzas del gobernador de Coahuila Antonio Cordero y una vez que tomó Saltillo, dispuso que Juan Bautista Carrasco e Ignacio Camargo hicieran su campaña en Monterrey, quienes lograron satisfactoriamente su encargo logrando un acuerdo con las autoridades del Reyno. En sí, ellos lograron proclamar la independencia el 17 de enero de 1811 y en la cual participaron Juan Ignacio Ramón y el mismo gobernador Santa María. Para el 22 de ese mes, las Cuatro Provincias Internas de Oriente ya estaban pronunciadas a favor del grito libertario.
En la mañana del 26 de enero de 1811, Mariano Jiménez entró a la ciudad de Monterrey en donde fue recibido por el Cabildo de la Catedral con un Te Deum, es decir, con una ceremonia litúrgica de acción de gracias. Todo el pueblo regiomontano proclamó con júbilo su estancia.
Pero permaneció poco tiempo en la ciudad, pues cuando supo de la derrota del ejército de Hidalgo en el Puente de Calderón, se regresó a Saltillo, dejando como gobernador a don José Santiago Villarreal, antiguo alcalde del Valle de las Salinas y a quien apodaban el virrey chiquito por su trato autoritario. Este renunció al cargo el abril de 1811 cuando fue establecida la Junta Gobernadora a la que se sumó. Entre los miembros de la junta figuraban Blas Gómez de Castro como presidente, Bernardo Ussel y Guimbarda y Francisco Bruno Barrera. La Junta obró prudentemente para mantener la paz y el orden necesario y contrarrestaron la actitud soberbia de los peninsulares que presumían su triunfo en contra de los conspiradores.
Ellos gobernaron hasta el 11 de marzo de 1813 en que entregaron el poder a Ramón Díaz de Bustamante, nombrado gobernador por el virrey de la Nueva España, al que por cierto, los vecinos llamaban “El capitán colorado”. Pero murió al mes siguiente y para ello pusieron como gobernador al alcalde de Monterrey Pedro Manuel de Llano, iniciando así una lista de alcaldes que ocuparon ese encargo hasta 1817.
Pero regresando a Mariano Jiménez, él fue apresado en Acatita de Baján y fusilado el 26 de junio de 1811 en Chihuahua, junto con los líderes del movimiento Juan Aldama, Ignacio Allende y Manuel Santa María. En su memoria, a la antigua villa de San Juan Bautista de Cadereyta, le fue impuesto el nombre de Cadereyta Jiménez el 28 de mayo de 1824.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina