El año pasado 2007, la vecina ciudad de Torreón cumplió 100 años como Ciudad hermana en el noreste mexicano, además de ser el corazón geográfico de la llamada Laguna. Se conoce como comarca lagunera a la zona conurbada que enlaza a dos estados e integra fundamentalmente a tres ciudades: Torreón de Coahuila y Gómez Palacio y Lerdo de Durango. La región lagunera cuenta con más población que sus respectivas capitales (Saltillo y Durango) y en los últimos 25 años ha logrado el mayor crecimiento económico a nivel nacional junto con las ciudades de Tampico, Madero y Altamira en Tamaulipas. Y que por lo mismo, debido a su fuerte actividad económica y de servicios, existe un movimiento pro separatista formado por algunos vecinos del lugar, para constituirla en otro estado más de la república mexicana.
La Laguna se fue integrando en diversas etapas históricas. Esa región dónde el río Nazas desemboca en la llamada laguna de Mayrán, fue lugar de paso durante muchos años de los viajeros y mineros que recorrían la zona norte de Durango y Zacatecas que entroncaba con el sur de Chihuahua y de Coahuila. El nombre del río proviene de las nasas, que son cilindros de juncos entretejidos en forma de cesta que lo mismo servían para pescar, echar los pescados o para guardar los alimentos.
Los orígenes de la Comarca Lagunera están identificados con la provincia o Reino de la Nueva Vizcaya y que al desintegrarse dio origen a los estados de Durango, Chihuahua y Nuevo México, a la parte norte de Zacatecas y toda la región sur de Coahuila que va desde Torreón hasta Parras, General Cepeda, Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga. A principios del siglo XVII la región lagunera pertenecía a Francisco de Urdiñola y luego pasaron a sus descendientes quienes conformaron el Marquesado de Aguayo y que luego pasaron al latifundio de los Sánchez Navarro.
Pero la región lagunera no solo comprende a Torreón, Lerdo y Gómez Palacio. En Coahuila también abarca a municipios como Viesca, Matamoros, San Pedro de las Colonias y Francisco I. Madero. El lugar más antiguo es Viesca que fue fundado en 1731 con el nombre de San José y Santiago del Alamo de Parras. Hacia 1830 se le cambió el nombre de San José a Viesca en honor a José María Viesca, quien llegó a ser el primer gobernador de Coahuila. De ahí salió un regimiento que se encargaba del resguardo de la Misión de San Antonio de Béjar, a la que llamaban El Alamo por ser sede del regimiento procedente del Alamo de Parras.
Mientras que Matamoros se estableció en 1839 en un lugar llamado Vega de Marrufo que pertenecía al Marquesado de Aguayo. Benito Juárez lo elevó a categoría de villa durante su estancia en 1864 con el nombre de Matamoros, en señal de agradecimiento porque en ese municipio le cuidaron los archivos de la nación entre 1864 y 1867 en una cueva que llaman del Tabaco.
Luego los señores Jesús María Gámez, Epitafio Sifuentes, Juan Acuña, Zeferino Méndez y Francisco Gámez fundaron la colonia agrícola de San Pedro. En 1870 se convirtió en la municipalidad de San Pedro de las Colonias y en 1921 se convirtió en ciudad, mientras que la municipalidad de Francisco I. Madero surgió en 1936.
Pero el caso de la ciudad de Torreón, considerada como la “ Perla de la Laguna” es muy interesante. Sus orígenes se remontan hacia 1848 cuando los socios Leonardo Zuloaga y Juan Ignacio Jiménez compraron a los Sánchez Navarro las tierras conocidas como San Lorenzo de la Laguna. Zuloaga se asentó en la margen sur del Río Nazas correspondiente a Coahuila y Jiménez en la parte perteneciente a Durango. La primera se convirtió en Torreón y la segunda en Gómez Palacio.
En 1850 Zuloaga mandó construir una presa que al concluirla llamaron del Carrizal . A un lado de ella se instalaron unas bodegas y en una de las esquinas se construyó un torreón que servía para vigilar la región. Por eso el nombre de la población. En 1883 con el paso del ferrocarril, el poblado se convirtió en estación ferroviaria llamada precisamente Torreón.
Gracias al auge algodonero, pronto alcanzó la categoría de villa el 24 de febrero de 1893 promovida por el entonces gobernador de Coahuila José María Garza Galán, haciéndose referencia que para ello se le separaba de la jurisdicción de Matamoros. Su primer ayuntamiento fue presidido por Antonio Santoscoy y al año siguiente, ya por elección popular, entró como alcalde el Coronel Carlos González Montes de Oca y el 15 de septiembre de 1907 el Congreso Local la elevó a la categoría de ciudad, debido al crecimiento económico y al desarrollo social provocado por el auge agrícola, comercial, bancario y minero. A principios de siglo XX. Torreón era catalogada la tercera ciudad en importancia del país debido a sus vías de comunicación ferroviarias.
La finalidad del aquel viejo torreón que dio nombre a la actual ciudad, era para vigilar los trabajos que se hacían en la presa y el movimiento que se hacía en los alrededores. En ese lugar cercano al torreón, llamado precisamente Rancho El Torreón, habitaron entre otras personas Pedro Santa Cruz, Juan del Valle, Juan Francisco Fierro, -por cierto sobrino de Leonardo Zuloaga-, quienes tuvieron que hacerle frente a las continuas incursiones del rebelde José María Portillo, así como a las constantes crecidas del Río Nazas que inundaban la zona. Con el transcurso del tiempo, se asentaron en modestos jacales los hermanos Guadalupe, Melquíades, Natividad y Joaquín Peralta con sus respectivas familias.
El 8 de septiembre de 1868 una formidable avenida del Río Nazas destruyó la incipiente población que se componía de la casa grande, el torreón y los jacales. Por lo que al año siguiente se iniciaron las construcciones de una nueva casa y de otro torreón, mismo que en 1957 fue remozado cuando se celebró el 50 Aniversario de la Ciudad de Torreón.
La casa del torreón estuvo en una época ocupada por el hospital militar. Ya 1870 el territorio pertenecía a la viuda de Zuloaga llamada Luisa Ibarra. Luego en 1887, el lugar recibía indistintivamente los nombres de la Estación, Pueblo de la Estación o El Torreón, para quedar definitivamente como Torreón en 1893.
Torreón fue escenario de diversos enfrentamientos entre los distintos grupos revolucionarios, como por ejemplo, cuando el 3 de abril de 1914, fue tomado por las fuerzas del General Francisco Villa y con el ello proclamando el triunfo del movimiento constitucionalista.
Más allá de la rivalidad que puede existir entre nuestros equipos representativos de fútbol, los regiomontanos debemos unirnos a los festejos de una pujante zona económica con la cual mantenemos lazos familiares, políticos y económicos. Estoy seguro que muchos regiomontanos tienen sus raíces, orígenes y relaciones sociales y económicas en esa bellísima y moderna Ciudad de Torreón.