El pueblo de México está viviendo tiempos de mucha inquietud, los ánimos políticos están desatados y todo aquel que se considera con méritos y siente que tiene capacidad para gobernar, quiere ser mandatario.
La democracia que tanto se pregona siempre ha existido y siempre se ha manipulado en pos de intereses muy peculiares; hay organizaciones que presumen que son demócratas y la gobiernan los mismos, manipulando los resultados, bajo los intereses de una camarilla que se dice muy liberal porque de cuando en cuando dejan pasar un elemento que saben lo tienen bajo su control. El día que en México las organizaciones políticas y sindicales practiquen la verdadera democracia, el rostro del pueblo cambiará, ya que las opiniones disímbolas que se viertan sobre un punto de vista, serán escuchadas y se tomarán las mejores decisiones.
Enfrente de nosotros tenemos al coloso del Norte, que presume de ser muy democrático y a diario nos enteramos cómo a través de los medios masivos de comunicación compran y alteran el voto moviendo a las masas hacia la dirección que desean, imponiendo ideas y acciones que a la postre resultan perniciosas y faltas de sustento.
El mundo está convulsionando y hay momentos de desesperación, los individuos no encuentran otro camino para dar cauce a sus anhelos y sus ideas, que el de las armas. Es cuando el pueblo sufre y sangra; porque los que ostentan el poder lo defienden y no cederán tan fácilmente; como siempre los inferiores en la escala económica llevan la peor parte y siguen lamentando su pobreza y sus necesidades clamando al Cielo por un verdadero Mesías.
Santos Noé.