En todo lugar donde existen seres humanos hay siempre una persona que tiene cualidades especiales para comunicarse con los demás, es así como nacen los voceros o pregoneros: que son los encargados de hacer saber a los demás los acontecimientos o novedades de la comunidad.
En todo lugar donde existen seres humanos hay siempre una persona que tiene cualidades especiales para comunicarse con los demás, es así como nacen los voceros o pregoneros: que son los encargados de hacer saber a los demás los acontecimientos o novedades de la comunidad.
Desde tiempo inmemorial hubo en los pueblos personajes que con sus cualidades daban una pincelada pintoresca a la vida del pueblo.
¡Quien no recuerda a López Tarso! haciendo el papel de pregonero en la película el “Gallo de Oro”, diciendo algo como: ¡se recompensará a la persona que sepa o diga donde se encuentran dos vacas pintas que se le perdieron al Sr. Arnulfo Ledesma! dándole a su voz una entonación especial.
Así sucedía en nuestro pueblo: había personajes que recorrían las calles en la mayoría de los casos a pie, y con su entonación propia y característica, acorde con el pregón que propalaban, gritaban: ¡Hay correosas! ¡Muy sabrosas las correosas! –¡Eeell Paannn, calientito! –¡Pan de acá Doña Luisa! –¡Meeenudo calile! –¡Salió rosita la nieve! –¡Paaan cambio huevos de gallina por pan! –¡Se reparan baños, tinas, lavamanos, los botes de la leche!. Había uno que tenía una forma muy peculiar de anunciar su productos, solamente gritaba ¡Saquen los papeles! ¡Saquen los papeles! La gente que lo conocía sabía que se refería a los billetes para que le compraran barbacoa de cabra o de borrego que él vendía. De cuando en cuando llegaban al pueblo diferentes tipos de espectáculos y sus pregoneros usaban para aumentar la fuerza de su voz los conos de la bocinas de los gramófonos, escuchándose a gran distancia su decir.
Con el tiempo y la evolución de la tecnología y con la aparición del micrófono las cosas cambiaron, de tal forma que la propaganda de todo acontecimiento se anunciaba con el carro de sonido recorriendo las calles del pueblo; el único lugar posiblemente en el mundo donde se anunciaba el sepelio de una persona del pueblo, o el respectivo agradecimiento por concurrir a tal evento, es nuestro Sabinas, costumbre que todavía se observa, pero transmitida por al TV a la radio; en el pueblo se siguen anunciando los acontecimientos políticos y sociales con carros de sonido. Los pregones de a pie son: una corneta, un silbato, unas campanitas o una pieza musical; en ocasiones se aparece un voceador de la ciudad de Monterrey que grita a todo pulmón: ¡La policía aprehendió a unos narcotraficantes! ¡A unos criminales! y que según el gritón estaban avecinados en el pueblo.
Toda esta amalgama de situaciones nos llevan a recordar los momentos felices de nuestras niñez y nuestra adolescencia, cuando escuchábamos al de las charamuscas que era canto celestial a nuestros oídos, ya que con un centavo comprábamos un dulce que nos hacia grato el momento; o corríamos veloces al nido de las gallinas a buscar un huevo para cambiarlo por una pieza de pan; la mayoría de estos personajes ya se fueron a rendirle cuentas al Creador, y sería injusto de nuestra parte no mencionarlos a todos que eran dignos trabajadores que se ganaban el pan, luchando con las circunstancias que el destino les había deparado, como carecemos del listado completo lo dejamos para otra ocasión.
El mundo se moderniza, nuestro pueblo también, así que: dejemos en el arcón de los recuerdos aquellos momentos maravillosos del pregón.
Santos Noé